bilbao - El PNV no quiere que Pedro Sánchez le vuelva a dar largas con la transferencia de la Seguridad Social, y está redoblando su marcaje para que el Gobierno español la incorpore al calendario que recoge una treintena de materias y para que se pueda abordar este año. En puertas de que los gobiernos vasco y español se reúnan mañana para retomar las conversaciones tras diez meses de parálisis por las elecciones generales, algunas voces socialistas han deslizado que ese traspaso podría dejarse para más adelante. En algunos ámbitos se ha vuelto a suscitar el debate de la caja única de la Seguridad Social como si se tratara de un freno para el traspaso, pero el Gobierno vasco no plantea ahora mismo la ruptura de esa caja ni un sistema propio de pensiones que sí mantiene el PNV como aspiración política en su discurso. El presidente de la ejecutiva jeltzale, Andoni Ortuzar, quiso salir al paso de este enredo para aclarar que la transferencia "hay que hacerla, y punto", porque es ley, y que además "hay un plazo, que es a lo largo de 2020". Rechazó también la confusión deliberada con la ruptura de la caja, porque no es lo que se plantea ahora y no debe ser un pretexto.

El PNV tiene cuatro documentos a los que aferrarse: la competencia se recoge en el Estatuto de Gernika, que es ley; el Tribunal Constitucional acaba de reconocer también en una sentencia que esa transferencia está pendiente, el pacto entre el PSOE y el PNV para apoyar la investidura de Sánchez apuesta por negociar todos los traspasos este año sin excepciones ni vetos y, además, el propio acuerdo de gobierno entre el PNV y el PSE en la comunidad autónoma recoge que esa competencia es prioritaria. Por lo tanto, los jeltzales creen que los documentos citados obligan a todos y, sobre todo, al tener el enganche de una ley como el Estatuto de Gernika, creen que el traspaso "no es algo opinable".

La transferencia de la gestión del régimen económico de la Seguridad Social supondría que las instituciones vascas puedan ejercer de ventanilla para recaudar y pagar las prestaciones, y el Estado mantendría la potestad regulatoria para fijar la cuantía de las pensiones. En la anterior legislatura, el Gobierno español de Pedro Sánchez no recogió las materias relacionadas con la Seguridad Social en el calendario de transferencias. El socialista defendía que "no toca". El consejero Erkoreka pedirá mañana a la ministra Darias que la incorpore al calendario. En torno a esta transferencia se ha creado toda una leyenda y mucha mitología en Madrid. Algunos sectores confunden de manera deliberada lo que pide en este momento el Gobierno vasco (ceñirse a la letra del Estatuto), con la aspiración política final del PNV, que consiste en que Euskadi tenga su propio sistema de pensiones y pueda fijar su cuantía y las vías para garantizarlas. No es eso lo que reivindica ahora el Gobierno vasco. Erkoreka plantea una ventanilla vasca, de manera que la unidad de caja sea compatible con que existan varios cajeros.

Sectores de la derecha española, pero también del PSOE, ven esta transferencia como un privilegio o un paso más hacia la ruptura de España. También se han planteado históricamente recelos sindicales, ante la posibilidad de que la transferencia sea un paso adelante en el camino hacia un sistema propio de prestaciones en Euskadi, de manera que la cobertura para los trabajadores sea diferente en función de dónde residan. La beligerancia del PP de la comunidad autónoma es especialmente intensa, y argumenta que el Gobierno vasco quiere un sistema propio de pensiones que no sería sostenible porque Euskadi tiene una población envejecida. Pero el debate que plantea el PNV no está ahora mismo en esa fase, y se plantea una transferencia con arreglo al Estatuto. No está planteando ahora su aspiración política.

Ortuzar aseguró ayer en Radio Popular ante las voces que están poniendo en sordina la transferencia que "es una competencia más". "Hay que asumirlo con normalidad. Se oyen y se escriben cosas que no son verdad. Nosotros seríamos partidarios de la transferencia completa de la Seguridad Social porque eso de la caja única es un término que no aparece en ninguna ley, pero ahora no estamos hablando de eso. Lo que dice el Estatuto de Gernika es la gestión del régimen económico de la Seguridad Social", aclaró, para añadir después que "no hay que tenerle miedo".

El presidente de la ejecutiva jeltzale recordó que se plantearon pegas similares antes de transferir el sistema de salud. "Se ha demostrado que los hospitales funcionan incluso mejor que cuando se gestionaban desde Madrid. Pues con esto, exactamente igual. Es una competencia que está en el Estatuto de Autonomía de Gernika, y es factible y lo tenemos que hacer. Con voluntad política y sin dramatismos. Dicen a la gente cosas que no son. Exageran y han dicho que sería romper España. Pero técnica y políticamente es posible", defendió. Ortuzar quiso lanzar también un mensaje para Pedro Sánchez: "El Estatuto dice lo que dice. No es opinable. No nos puede decir Sánchez: es que esto ahora no toca. Sí toca. Tendría que haber tocado hace cuarenta años".

las reservas La líder de los socialistas vascos, Idoia Mendia, había dejado caer este fin de semana que hará falta tiempo para negociar este traspaso. No lo niega el PNV, pero le chirría que no se atreva a poner como plazo este año, cuando el pacto con Sánchez sí apuesta por intentar una negociación de todos los traspasos sin excepción en 2020. En cualquier caso, las declaraciones que mayor recelo han despertado son las del senador Ander Gil, quien puso como límite la unidad de caja, lo que supone sembrar la duda sobre las intenciones del Gobierno vasco y agitar un fantasma que da pie a la derecha para desatar una campaña contra el traspaso.