Bilbao - Remetal, Indumetal, Metalquímica, Olarra S.A., Dow Unquinesa, Altos Hornos... Son los nombres de las empresas que hacían la vida imposible a los vecinos de municipios como Erandio y Barakaldo por sus emisiones en plena expansión industrial entre finales de los 60 y principios de los 70. Tuvieron que pasar años hasta que se empezó a poner coto a la contaminación, pero por el camino quedaron muchas personas enfermas y protestas ciudadanas contra las autoridades franquistas al grito de “fuera el gas”. Las mismas se saldaron con decenas de heridos e incluso asesinados por la Policía Armada, es el caso de Josu Murueta y Antón Fernández, hace ahora 50 años.

Las movilizaciones ya se venían produciendo desde antes de los trágicos sucesos del 28 y 29 de octubre de 1969 -especialmente después de que el 3 de septiembre una densa nube de humo con un fuerte olor a amoníaco cubriera Altzaga y Astrabudua- y se mantuvieron después, al igual que las emisiones tóxicas de las chimeneas. Era habitual que las mujeres de Erandio sacaran a sus hijos de los colegios ante la amenaza de nubes contaminantes y que protestaran de forma pacífica en la plaza del pueblo. Días antes de las movilizaciones de finales de octubre, uno de los guardias municipales que vigilaba las transmisiones de humo tuvo que ser retirado y atendido tras sufrir una afección respiratoria.

En el pleno del Ayuntamiento de Bilbao que se celebró tras los incidentes en Erandio, la alcaldesa Pilar Careaga anunció una serie de medidas contra la contaminación, como instalar filtros y controles de seguridad, y llevar a cabo diversos estudios. Como consecuencia de estos últimos, se señaló a las empresas Remetal e Indumetal como causantes de los gases tóxicos que habían invadido Erandio.

La regidora solicitó al Gobierno Civil el cierre de ambas hasta que se garantizara su seguridad y se establecieran “valores límite” para la emisión de contaminantes. El subsecretario de Industria, Manuel Aguilar, se trasladó a Erandio para encontrar una solución “urgente” a este problema, pero poco después aseguró en un informe que “desterrar los humos de Vizcaya es imposible prácticamente”.

Solidaridad Las muestras de apoyo no se limitaron a los vecinos de Erandio y los trabajadores de las numerosas empresas de la zona, que paraban su actividad y se manifestaban por centenares sin importarles la represión policial, que llegó a usar munición real. Así, también hubo protestas en Sestao y estudiantes de la Universidad de Deusto expresaron su malestar.

Pese a esta oleada de protestas, que tenían también un cariz antifranquista, no fue hasta 1977 cuando se reconoció al área metropolitana de Bilbao como zona contaminada. Las emisiones tóxicas se redujeron con el tiempo, pero los vecinos lamentaron que a los causantes tan solo se les impusieron multas simbólicas. - C. C. B.