bilbao - Que Pedro Sánchez haya dejado para el final la negociación con Podemos y que las reuniones se estén saldando sin ninguna novedad empieza a hacer pensar al PNV que el socialista no quiere un acuerdo, y que está haciendo el cálculo de que le vienen bien unas elecciones el 10 de noviembre para aumentar su representación en el Congreso de los Diputados. Esta opción la había deslizado el propio lehendakari el domingo cuando no vio un esfuerzo real en Sánchez ni en Pablo Iglesias, pero ayer Itxaso Atutxa y Josu Erkoreka remataron el mensaje. Y, además, la presidenta de la ejecutiva vizcaina del PNV comenzó a personalizar el bloqueo no tanto en el PSOE, sino en las intenciones concretas de Sánchez de ir a las elecciones, lo que da una medida del hartazgo de los jeltzales con esta situación, que además perjudica a la agenda vasca. El PNV ha hecho todo lo posible para tratar de evitar las elecciones y ve ya con un disgusto poco disimulado la actuación de Sánchez, aunque también la del líder de Podemos, Pablo Iglesias.

A pesar de que evitó cargar las tintas, Atutxa sí dijo a Radio Popular que no entiende el calendario del presidente español en funciones y que sigue teniendo “dudas de que Sánchez, no tanto el PSOE, quiera de verdad un acuerdo”. “Creo que, para él, ir a elecciones no es el peor de los escenarios”, dejó caer. Ese escenario sería para el PNV una gran decepción. Pero también habló de Podemos y admitió que en este diálogo hay un componente personal de enfrentamiento entre Sánchez e Iglesias, y en niveles inferiores de sus equipos. “Se han juntado el hambre y las ganas de comer”, dijo. A Podemos le reprochó que no haya sido “capaz” de bajar a lo concreto y a las políticas del día a día. Podemos se enroca con la idea de gobernar en coalición.

Por parte del Gobierno vasco, su portavoz, Josu Erkoreka, lamentó que los protagonistas “no han estado a la altura de lo que se les exige” y han acreditado “escaso interés”. La parálisis afecta al Gobierno vasco. Si se confirma la repetición electoral, no habrá un nuevo Ejecutivo español hasta, al menos, enero del próximo año. Hasta entonces, por lo tanto, no se podrá avanzar en el calendario de transferencias. El seguimiento de los plazos del TAV también se puede complicar. El clima preelectoral podría, además, afectar a la negociación de los Presupuestos vascos, aunque el consejero Azpiazu mantiene su intención de retomar los contactos en cuanto tenga un borrador, sin esperar a las elecciones del 10 de noviembre.

Por otro lado, el líder de los populares de Gipuzkoa, Borja Sémper, abrió ayer lo que parecía una puerta al acuerdo con Pedro Sánchez, aunque lo condicionó a que presente una propuesta concreta. El PP no se ha pronunciado con tanta contundencia sobre este extremo y ha preferido colocarse con claridad en la oposición. Sémper dijo en Onda Vasca que Sánchez debería “exprimir todas las posibilidades” y hacer una “propuesta rotunda” al PP y a C’s para que facilitaran la investidura. Sémper se mostró “avergonzado” por el bloqueo, y aclaró que es complicado que un partido, como el PP, dé su apoyo a cambio de nada, sin “ningún documento” . - M. Vázquez