DONOSTIA. Así lo ha desvelado la portavoz de Attac Madrid, Cuca Hernández, quien ha ofrecido este lunes una rueda de prensa en Irun en la que, según informa la organización del evento en una nota, ha dado a conocer "los últimos elementos técnicos y políticos de la 'contracumbre'".

Esta cita alternativa, organizada por las plataformas G7 Ez y Alternatives G7, bajo el lema "Defendamos nuestras alternativas", contará con más de un centenar de actividades que se desarrollarán del 21 al 25 de agosto en el recinto ferial de Irun y en diferentes municipios franceses, aunque este lunes ha comenzado ya la instalación de los diferentes espacios y el recibimiento a los primeros participantes, que se prolongará hasta el martes.

No obstante, la organización ha criticado ya, en un comunicado, "la reacción de las élites políticas" a esta "contracumbre", después de que, en su opinión, los presidentes español y francés, Pedro Sánchez y Emmanuel Macron, "se hayan coordinado para desplegar un operativo policial sólo comparable al de cumbres como la del G20 en Hamburgo de 2017".

Los promotores lamentan también en su nota, la supuesta existencia de una campaña para "criminalizar a un sector de los colectivos asistentes, con el fin último de ahogar las voces más críticas, crear divisiones en el movimiento, construir legitimidad para militarizar la zona y tomar medidas de excepción".

La "contracumbre" reunirá a representantes de distintos colectivos sociales, organizaciones y sindicatos con el objetivo, en palabras de Cuca Hernández, de poner de manifiesto las "falsa retóricas" y "forjar una red internacional para construir alternativas reales a un sistema que no respeta la vida en ninguna de sus formas y que conduce al fin de las sociedades humanas actuales y a una extinción masiva de especies".

El programa de esta cita incluye conferencias, talleres y actividades culturales en torno a los asuntos "centrales" en los que trabajan las distintas organizaciones participantes como: "el capitalismo y el excesivo poder de las multinacionales; la destrucción planetaria; el patriarcado; el respeto a la diversidad y la libertad de los pueblos; el déficit de democracia; las guerras 'neoimperialistas', la solidaridad internacional y la abolición de las fronteras".

Tras calificar de "pseudogobierno en la sombra" al G7, "compuesto por los países más influyentes e industrializados del planeta", Cuca Hernández ha lamentado que "el crecimiento y el libre mercado" se hayan "convertido" en "la única fe defendible de los promotores de esta globalización desigual, 'extractivista', que ignora los derechos humanos y destruye la naturaleza".

Por su parte, la portavoz de Ecologistas en Acción, Francesca Ricciardi, también participante en la "contracumbre", ha denunciado que "los tratados comerciales y de inversiones conforman una armadura jurídica que blinda los privilegios de las multinacionales, y los sitúa por encima de los derechos de los pueblos".

En su opinión, "mientras estos tratados existan, y los líderes mundiales sigan acudiendo a las cumbres en representación de los intereses de las transnacionales y con la intención de mantener intactos sus privilegios, las palabras no valdrán nada".