Los lazos de Revilla con Bilbao son estrechos y sentidos. En los años 60 estudió Económicas en Sarriko y se sumergió con intensidad en la vida social y política de la ciudad. “No sería quien soy si no hubiera ido a Bilbao”, reconoce. Ahora, como presidente de Cantabria, trata de abonar las relaciones con su vecina Euskadi y concentra parte de sus energías en la mejora de la conexión ferroviaria entre Santander y Bilbao.

¿Por qué es importante el tren a Bilbao?

-Porque dependemos del País Vasco y después del País Vasco está Europa, que es donde está la economía. Conectando con el TAV vasco estaremos situados en la Unión Europea, en Barcelona y en Madrid, con muy poca diferencia con respecto al AVE. El gran hiterland o zona de influencia de Cantabria es Bilbao. No hay más que ver los atascos que se producen los fines de semana en Noja o Laredo con los vascos que acuden allí. Noja recoge a unas 70.000 personas, el 50% son vascos, empadronados 1.400; Laredo tendrá hoy unas 210.000, la mitad vascos, y empadronados 14.000. Lo mismo pasa con Castro. Esa relación con Euskadi es fundamental, de cara al tráfico de personas y visitantes, de cara a la conexión del puerto de Santander con el de Bilbao? Imagínese un tren que tarde 40 minutos en llegar a Bilbao y que hiciera seis o siete viajes al día.

¿Se evitarían las colas eternas y arcaicas en la autovía del Cantábrico?

-Indudablemente, si tengo un tren que sale aquí y en 40 minutos me deja en Bilbao, no se me ocurre coger el coche. Es la solución total ya que, además, no es solo para pasajeros, también lo es de mercancías. El año 1961 yo fui en tren a Bilbao y recuerdo que tardé tres horas en llegar, ahora tardo tres horas y cinco minutos para hacer 108 kilómetros.

¿Habla de esto con el alcalde de Bilbao y el Gobierno vasco?

-He visto con agrado que el PNV reivindica este tren. Ahora pretendemos hacer piña para que sea una reivindicación conjunta de Cantabria y Euskadi.

Vamos, que si hay elecciones y Sánchez le asegura estos dos proyectos, volvería a apoyarle en una investidura.

-Claro, ya lo sabe él. Nosotros hemos actuado con una coherencia absoluta. No engañamos, siempre decimos en las elecciones con quien no vamos a pactar.

¿Con quién no?

-Con Vox y esta gente nunca. Somos un partido que cree en la descentralización, en la autonomía, en la pluralidad de los pueblos de España y Vox quiere suprimir las autonomías.

Dice que muchos vascos viven en estos municipios pero no se empadronan para seguir beneficiándose de las ventajas fiscales y sanitarias de la CAV. ¿Deberían empadronarse?

-Me encantaría que lo hicieran pero entiendo, sobre todo en un territorio con tanta personalidad y tan buenas condiciones económicas como Euskadi, que la gente se lo piense.

¿Los cántabros ven esto con recelo?

-En absoluto, nosotros estamos encantados. El hecho incontestable es que hay dos Cantabrias: una de Solares para allí y otra de Solares para el otro lado. La renta per capita varía mucho en función de donde estés y es debido al hiterland de Bilbao. Estamos muy agradecidos por la pujanza del País Vasco, por que nos visiten tantos vascos y estén cómodos. Es un orgullo.

El pasado marzo el Ayuntamiento de Castro pidió ayuda al Gobierno vasco para abrir un euskaltegi. ¿Lo vería como una amenaza?

-En absoluto. Es lógico que los vascos que vienen a Castro quieran conservar sus raíces. Que se quiera conservar la lengua propia, el mayor patrimonio de una persona, es de lo más loable. Es algo a conservar. Me parece bien que si hay una colonia estable de vascos que quieren aprender o mantener el euskera tengan sus euskaltegis, pero que lo paguen ellos o el Gobierno vasco, no lo vamos a pagar nosotros.