bilbao - El PNV aprovechó ayer la celebración de sus 124 años de historia para resaltar el perfil pactista y defensor de la estabilidad que considera que ha sido la clave de su larga trayectoria, y lanzó un doble emplazamiento para que se ponga fin a la política de bloqueo y haya acuerdos en Euskadi y en Madrid. Por un lado, en lo que parecía un recado expreso para el candidato socialista a la investidura española, Pedro Sánchez, avisó de que no se puede recurrir de manera sistemática y cada seis meses a las elecciones hasta que le salga el resultado que mejor le convenga, y aseguró que la única vía para superar el bloqueo es el diálogo y el acuerdo, sin atajos. Sánchez, que ya venía de un adelanto electoral porque la oposición le tumbó las Cuentas, amaga ahora con repetir las elecciones otra vez para reforzar su número de escaños y utiliza como único recurso esta amenaza para presionar a Unidas Podemos, que tampoco cede y ha protagonizado un show mediático con sus exigencias sobre los ministerios que quiere ocupar. Por otro lado, el PNV confió en que esta dinámica de enfrentamiento no se traslade a Euskadi y que la oposición al lehendakari no caiga en la tentación del bloqueo. Invitó a abordar un “diálogo franco” para alcanzar acuerdos de país.

Mientras sobrevuela la incógnita del futuro que tendrán los Presupuestos autonómicos a la vuelta de las vacaciones, el PNV dejó claro que su mantra en los próximos meses será el diálogo y el pacto y potenciar su imagen como partido centrado, frente a la política “líquida” y “destroyer”. Cada vez que Andoni Ortuzar apostó por el pacto ayer durante el tradicional mitin de San Inazio, la concurrencia respondió con una ovación.

Ortuzar recordó que en Euskadi hay que abordar retos como el presupuestario y la reforma de la renta de garantía de ingresos. “Algunos podrían caer en la tentación del bloqueo, emulando la situación política madrileña, para intentar debilitar al Gobierno. Sería un error que, además, solo demostraría su debilidad. El lehendakari ha ofrecido a los partidos de la oposición un diálogo franco destinado a lograr acuerdos en estos temas tan importantes. Pedimos al resto de fuerzas políticas que acepten ese ofrecimiento. En estos momentos de cierta convulsión política, desde Euskadi debemos mandar una luz de esperanza de que los acuerdos entre diferentes no solo son posibles, sino que son deseables”, dijo, para añadir después que el PNV “lo va a intentar hasta el último segundo, apurando las posibilidades de que esos acuerdos de país se produzcan”.

el escenario La negociación presupuestaria se retomará en otoño. En octubre se redactarán los Presupuestos cuando se conozca la previsión de la recaudación de impuestos, y se profundizará en un diálogo donde, como novedad, en Podemos no han cerrado la puerta a un acuerdo y se muestran más pragmáticos, aunque el Gobierno vasco espera ver cómo concreta sus peticiones en cifras.

De esta negociación dependerá en buena medida el margen que tenga el lehendakari para agotar hasta el último día la legislatura, hasta otoño de 2020. No se descarta un ligero adelanto a los primeros meses del próximo año, a marzo, si las Cuentas caen, pero el lehendakari lleva varias semanas evitando agitar ese espantajo y dice que no tiene por qué haber adelanto. No quiere introducir ese elemento en el debate, y se centra en explorar el acuerdo. No obstante, el PNV tiene claro que el adelanto electoral por una caída de los Presupuestos lo reforzaría en el Parlamento. Jeltzales y socialistas tienen buenas perspectivas en las encuestas, y han crecido en las dos convocatorias de este año, frente al declive del PP y también de Podemos, que no sacan partido a la política de bloqueo. De ahí que Ortuzar avisara de que el bloqueo va a debilitar a la oposición.

el seat 124 Ortuzar fue ayer el protagonista en la celebración de los 124 años de historia del PNV. El partido se dio cita como cada año ante la estatua de su fundador, Sabino Arana, ante la sede de Sabin Etxea en Bilbao, donde también estuvieron presentes cargos institucionales como el lehendakari Urkullu. Tras un aurresku y una ofrenda floral, el presidente de la ejecutiva jeltzale tomó la palabra en un momento dulce para el PNV, que ha renovado su hegemonía en la comunidad autónoma tras las elecciones municipales y forales, y que también se impuso con claridad en las generales. Anunció que la próxima renovación del PNV en su Asamblea General, prevista para el año que viene, coincidirá con los fastos para celebrar el aniversario redondo de los 125 años.

Pero, volviendo al presente y en un juego de palabras con los 124 años del partido, comparó a su formación con el Seat 124, el coche que antaño todos querían tener. “El PNV es el partido que todo partido actual quisiera ser”, sentenció. La fórmula del éxito la situó en los acuerdos y, en torno a esa idea, hiló todo su discurso. Dijo que Euskadi lleva más de tres décadas con gobiernos de coalición a distintos niveles, y defendió que “donde está el PNV, hay acuerdo”.

En un momento en que Sánchez esgrime cada vez con mayor claridad las encuestas del CIS para agitar el fantasma de la repetición de las elecciones, no moverse de sus posiciones en su pugna con Pablo Iglesias y presionar al resto de partidos para hacer posible la investidura, el PNV avisó a todas las partes de que no es responsable volver a llamar a las urnas, y que la única solución a este entuerto es la vía del “diálogo y el acuerdo”.“Lo que no se puede pretender es que, hasta que alguien consiga el resultado que quiere, tengamos que estar cada seis meses haciendo elecciones. Eso no puede ser”, zanjó Ortuzar. Pidió el fin de la “política destroyer”, la de “querer ganar por goleada, retransmitiendo en directo las reuniones, buscando el choque en lugar del entendimiento, la imposición en lugar de la negociación”. No quiso entrar en si debería haber gobierno de coalición o no, y se limitó a pedir cesiones a todas las partes para que le legislatura arranque y se afronten retos como las pensiones y el problema de encaje de Euskadi y Catalunya.

mensaje en clave nacional El acto concluyó con unas palabras que apelaron a los sentimientos de la militancia, cuando avisó de que el PNV nació para “liberar Euskadi nacional y socialmente”. “Nacimos para construir una Euskadi libre de mujeres y hombres libres. Vamos por el buen camino. Euskadi es hoy más nación que nunca. Tenemos nuestro autogobierno. Debemos protegerlo, y hay que seguir avanzando hacia más cotas de soberanía, para traer más bienestar a este pueblo”, dijo. No aludió de manera más expresa al estatus y obvió por completo la controversia con la izquierda abertzale, que ha registrado su propio articulado. El tono de ayer fue constructivo y no quiso citar a ningún partido de manera expresa.