GASTEIZ. Después de que Pedro Sánchez le dijera a través de los medios de comunicación a Pablo Iglesias que le iba a llamar, y de que este respondiera con un sonoro portazo a lo que interpretó como una falta de respeto, el PSOE ha vuelto a la casilla de salida, o al menos el Gobierno, pues ayer fue su portavoz, Isabel Celaá, quien dijo que la oferta actual es el gobierno de cooperación con el que arrancó el estéril diálogo de estos días. Celaá no quiso pronunciarse sobre una eventual presencia de miembros de las confluencias de Podemos, y recordó en ese sentido que es a Sánchez a quien corresponde decidir quién le acompañará en las reuniones de los viernes.

Según Celaá, el presidente en funciones tiene “razones fundadas” para que ni Iglesias ni ningún peso pesado de Podemos acceda al Consejo de Ministros, y por ello emplazó al partido morado a hablar de programas y dejar los nombres para el final. “España necesita ya un gobierno, no para satisfacción de quienes se sientan en él, sino para el país y la ciudadanía; esta no es una cuestión de orgullos ni de egos personales, sino de Estado”, dijo Celaá, que ve en la cuestión territorial, y en concreto en Catalunya, el principal escollo para compartir deliberaciones en La Moncloa con Pablo Iglesias. Así, el Ejecutivo que quiere Pedro Sánchez debe trabajar con un programa “absolutamente constitucionalista”, y por ello cree necesario no perderse “en debates estériles sobre cargos y personas” sin hacer primero “el edificio”, el programa, pues a día de hoy al PSOE y a Podemos les separan “cuestiones muy importantes que afectan a la gobernabilidad y donde hay diferencias sustantivas”.

Lo cierto es que Podemos ya se había mostrado dispuesto a plegarse a la postura del PSOE con Catalunya, pero en todo caso, dijo Celaá que “puede haber otras” diferencias. Así pues, ahora toca “disipar desconfianzas” y retomar un diálogo que no se verá afectado, afirmó, por la consulta convocada por Podemos entre sus bases en torno a su postura en la sesión de investidura. Eso sí, el PSOE, advirtió, no se siente vinculado por el resultado de dicha consulta.

El posicionamiento del Gobierno español a través de su portavoz dejó claras las cosas después de que, por la mañana, la vicepresidenta, Carmen Calvo, señalara que “todos, absolutamente todos los escenarios” están contemplados, sembrando más confusión que certidumbres. “El presidente -se extendía- tiene la obligación seria y responsable de plantearse todos los escenarios que se puedan dar a partir del próximo lunes 22, todos los que se pueden dar, qué va a votar cada partido, qué va a votar cada grupo parlamentario y cómo nosotros queremos y nos gustaría que esa semana los españoles tuvieran una presidencia de gobierno, que nombre gobierno, y que esté trabajando”. Advertía además de que, “salvo Pedro Sánchez, que tiene el encargo del rey de formar gobierno” todos son prescindibles, incluida ella misma.

Llamamiento de Mendia

Desde Euskadi, por otro lado, la secretaria general del PSE, Idoia Mendia, hizo un llamamiento a los partidos que apoyaron la moción de censura contra Mariano Rajoy a “arrimar el hombro” ante el debate de investidura. En una entrevista a Herri Irratia Radio Popular, Mendia indicó que, por parte del PSOE, la voluntad es “acordar” y sacar adelante un gobierno porque “España no se puede permitir el lujo de perder más tiempo con un gobierno interino”, pues “hay que tomar decisiones”.

En relación a Unidas Podemos, afirmó que, cuando se comparte un gobierno, “tienes que defender lo que se aprueba en el Consejo de Ministros” y, por lo tanto, lo primero que hay que hacer es cerrar un acuerdo sobre las políticas concretas.