BILBAO - Es conocida la predilección de la España castellana y andaluza por las procesiones de Semana Santa. Los capirotes y las mantillas cuentan por esos lares con un predicamento que, según el PSOE, no es compatible con el mitin electoral. Este axioma ha llevado a los responsables de estrategia de La Moncloa y Ferraz a modificar la caravana electoral de Pedro Sánchez, de modo que concentrará los actos electorales entre el Jueves Santo y el Domingo de Resurrección en las comunidades donde los desfiles religiosos no tienen gran impacto. Es el caso de Euskadi, Catalunya y la Comunidad Valenciana, donde esta festividad religiosa no cuenta con el fervor de otras regiones.

En cualquier caso, el paso de Pedro Sánchez por Euskadi será breve y, probablemente, repartirá sus apariciones en diferentes puntos de la geografía vasca, según señalaron fuentes socialistas a este diario, que añaden que la agenda del presidente de Gobierno español aún no está cerrada.

La coincidencia de la campaña electoral con la Semana Santa está generando quebraderos de cabeza a los partidos. Los ciudadanos aprovechan esos cuatro días (cinco en el caso de Euskadi, ya que el lunes también es festivo) para unas minivacaciones, las últimas antes de las vacaciones estivales. Son los días previos a la última semana de campaña electoral, a la que, según los expertos, el grueso de los votantes llega con la decisión de voto elaborada. - H. U.