BILBAO - EH Bildu y ERC escenificaron ayer el primer paso para una colaboración estable y duradera en el Congreso y el Senado tras las elecciones del 28-A. Así, el número dos de los republicanos por Barcelona, Gabriel Rufián, acudió a Bilbao para rubricar un documento en el que ambas formaciones independentistas se comprometen a establecer una unidad de acción “política” y “de masas” contra el “bloque reaccionario y autoritario” que a su juicio está liderando una involución democrática en el Estado español. A este respecto, elevan el listón a Pedro Sánchez y aseguran que no le darán un cheque en blanco en una futura investidura.

El documento presentado por los dos partidos incluye cuatro puntos que anticipan la estrategia a desarrollar en Madrid. Anuncian una unidad de acción en las dos cámaras y se emplazan a acordar “iniciativas de carácter institucional y de masas”. Asimismo, a nivel internacional, mantendrán una “política coordinada y común” y crearán “espacios de colaboración con otras naciones europeas”.

Según reza el texto, el Estado ha vuelto a recurrir a políticas “de carácter neofranquista, supremacista y profundamente antidemocrático” que pretenden una vuelta “al pasado más oscuro”. Esta corriente “autoritaria” se traduce en episodios como el juicio al independentismo, la política penitenciaria de “auténtica excepción” con los presos de ETA, la amenaza del 155 permanente o las condenas por el caso Altsasu. Por todo ello, tanto EH Bildu como Esquerra advierten una creciente “represión” ante “cualquier solución de carácter democrático”.

El texto firmado ayer es por ahora un acuerdo de colaboración con un programa político de mínimos para extender a Madrid la colaboración ya alcanzada en la lista de las elecciones europeas del próximo mes de mayo. Ambas formaciones comparten también una voluntad de conformar un único grupo parlamentario tras las elecciones generales. Sin embargo, por el momento no han concretado cómo materializarán este aspecto y esperarán al periodo postelectoral para estudiarlo. Además, a ERC y EH Bildu se les podría sumar en el Congreso el BNG en caso de lograr representación.

Por el momento, “con la convicción de estar viviendo momentos históricos” en la lucha por “conseguir un marco de democracia política y social” en Euskadi y Catalunya, los dos partidos soberanistas marcan sus ejes de actuación en la defensa del derecho de autodeterminación, la libertad de los “presos políticos”, la lucha contra la “represión” estatal, la defensa de los derechos sociales “frente a las políticas austericidas” y la defensa de un modelo “que ponga a las personas en el centro”.

erc eleva el listón a sánchez En la sede bilbaina de la coalición soberanista, y antes de participar en la protesta semanal de los pensionistas, Gabriel Rufián analizó ante los medios el clima de la precampaña y aseguró que su formación no dará “un voto en blanco a Sánchez” para una posible reelección después de que se “levantara de la mesa” en medio de la polémica por la figura del relator. Rufián ve al líder socialista con “unas ganas locas de pactar con Ciudadanos” tras las elecciones, lo que considera una “amenaza real” contra la que ERC y EH Bildu deben luchar.

Respecto a la posibilidad de un acuerdo entre Pablo Casado, Albert Rivera y Santiago Abascal, a quienes definió como “los tres jinetes del apocalipsis facha”, consideró que no es una hipótesis plausible. “Me da la impresión de que es un frente ficticio o una amenaza ficticia para quizá no hablar de la amenaza real, del pacto real de lo que sí puede pasar demoscópicamente: el pacto del Ibex, el pacto PSOE-Ciudadanos, que es tan nocivo o más que el pacto PP, Vox y Ciudadanos”, aseguró. Por ello, Rufián apuntó que a la hora de la verdad Sánchez se verá obligado a escoger entre ERC y EH Bildu, o Albert Rivera. “El único obstáculo para que Girauta o Cantó sean ministros, somos nosotros”, expresó.

Por su parte, Oskar Matute dio su palabra de que el voto de EH Bildu y Esquerra no servirá “de manera activa ni pasiva, ni por acción ni por omisión, para que el PP, Cs y Vox, la derecha extrema, puedan alcanzar el poder” en Madrid. En el caso del PSOE, que podría necesitar los apoyos de los independentistas para gobernar si se repite el equilibrio de fuerzas de la pasada legislatura, el candidato por Bizkaia apuntó que su respaldo dependerá de si los socialistas apuestan por coger “parte del ideario” de las tres derechas o si por el contrario quieren hacerles frente con “una apuesta por un cambio social”.