BILBAO - La triple cita con las urnas del próximo 26 de mayo la completan los comicios municipales, la elección donde se dirime la política más pegada al terreno y más cercana al ciudadano. Las tres capitales de la CAV han estado en manos del PNV en la última legislatura -en coalición con el PSE- y, por tanto, el principal reto de los jeltzales es revalidarlas. Para ello, Juan Mari Aburto, Gorka Urtaran y Eneko Goia repiten al frente de las candidaturas, y basarán sus proyectos en la experiencia de gestión.

En el consistorio bilbaino, la actual legislatura comenzaba con cambios relevantes. Por un lado, estaba la nueva composición de fuerzas con la entrada de Udalberri y Ganemos. Por el otro lado, un Gobierno bicolor del PNV y el PSE. Y sobre todo, un rostro nuevo al frente de la alcaldía, el de Juan Mari Aburto, que en su primer mandato tenía ante sí el reto de diferenciarse de la gestión del carismático Iñaki Azkuna.

Aburto ha trabajado buscando pactos con todos los grupos políticos. En algunos casos, ha sido posible; en otros, no. Entre los acuerdos exitosos, destaca el de seguridad, en el que hubo unanimidad. Todo después de que el pasado año la capital vizcaina sufriera una ola de crímenes concentrados en muy pocas semanas. Otro de los compromisos que han llegado a buen puerto ha sido la Carta de Valores, en la que se incluyó el Foro para la Paz y la Convivencia. En este mandato también se le ha dado luz verde al plan de movilidad, que ha traído consigo la limitación de 30 kilómetros por hora en la mayoría de las vías.

En cuanto a los hitos, ha sido la legislatura en la que Bilbao ha profundizado en el proyecto de ser un distrito universitario -con la apertura de nuevas facultades y el desembarco de universidades nacionales e internacionales- y en la que ha vivido la apertura de la isla de Zorrozaurre, primer paso para una zona residencial que marcará el futuro de la urbe. Antes de las elecciones municipales, llegará otro nuevo punto de inflexión con la apertura del nuevo Termibús.

En mayo, Aburto aspira a revalidar la alcaldía e incluso a ampliar su mayoría, según indican los sondeos. También está por ver qué ocurrirá en el resto de grandes municipios de Bizkaia. En Barakaldo la jeltzale Amaia del Campo luchará por revalidar el consistorio, mientras que los socialistas apuestan fuerte por recuperarlo con Alfredo Retortillo como candidato. En Getxo el actual alcalde Imanol Landa también aspira a la reelección, mientras que en Portugalete el PSE intentará conservar su única alcaldía en Ezkerraldea.

consolidación en donostia La estabilidad de las principales instituciones de la CAV también ha tenido su reflejo en Donostia, donde en este mandato el turismo ha continuado su consolidación y han visto la luz proyectos de gobiernos anteriores. Ha sido el caso de Txomin-Enea, cuya primera fase con 800 viviendas ha visto la luz en este mandato. Algo similar ha sucedido con tres infraestructuras: la estación de autobuses, la pasante del Topo y Tabakalera.

El nudo de transportes abrió sus puertas a comienzos de 2016, meses después de que el centro internacional de cultura contemporánea arrancara su actividad. También en transportes, en enero de 2018 comenzaron las perforaciones que permitirán al Topo atravesar el centro de la ciudad. En deportes, otro proyecto que parecía sempiterno, la remodelación del estadio de Anoeta ya se encuentra ejecutado en más del 75%.

Una de las excepciones del acuerdo entre jeltzales y socialistas ha sido Irun. El acuerdo de gobierno se rompió en enero de 2018 después de que el alcalde, José Antonio Santano (PSE), cesara al delegado de Urbanismo, Xabier Iridoy (PNV). La segunda ciudad del territorio ha vivido desde entonces un escenario en el que la oposición, conformada también por Podemos y EH Bildu, ha marcado los tiempos de la política municipal.

En lo referente a la coalición soberanista, mantuvo en 2015 bastantes de sus plazas fuertes, aunque en muchos casos, con candidatos que no se volverán a presentar tras gobernar ocho años. Los alcaldes de Errenteria, Hernani, Andoain y Azpeitia (Julen Mendoza, Luis Intxauspe, Ana Carrere y Eneko Etxeberria) ya han anunciado que no repetirán.

legislatura en minoría En Gasteiz, las elecciones de 2015 fueron especiales. El discurso contra la inmigración del PP hizo que superara en 5.000 votos el resultado de 2011, pero unió también a toda la oposición en una entente que aupó a la alcaldía a la tercera fuerza, el PNV.

Tras cuatro años de gobierno en coalición con el PSE y en minoría, los jeltzales confían en ganar unas elecciones en las que EH Bildu tratará de rentabilizar la proyección de Miren Larrion, impulsora del pacto que expulsó a Javier Maroto, a quien ahora sustituye como líder del PP Leticia Comerón. El PSE, por su parte, promociona a la Directora de Turismo del Gobierno vasco, Maider Etxebarria, como candidata a alcaldesa, y aún se desconoce si Equo e Izquierda Unida, coaligados en Irabazi, concurrirán junto a Podemos.

En cuanto a la legislatura, la tarea inicial del Urtaran fue absorber el agujero de 68 millones de euros en las Cuentas municipales. A partir de ahí, la implantación del Bus Eléctrico Inteligente o la ampliación del tranvía hacia el sur, junto la reforma de la plaza de Santa Bárbara, han centrado las actuaciones del alcalde. Además, se ha convocado una importante OPE municipal y ya ha comenzado el proyecto para transformar el barrio de Coronación.

En el caso de Llodio, Natxo Urkixo, de EH Bildu, repitió en la alcaldía en 2015 en unas elecciones en las que obtuvo los mismos concejales que el PNV y que dispararon a la plataforma Omnia, que pasó de tener un concejal a cuatro. En Amurrio, por su parte, la jeltzale Josune Irabien espera repetir en el consistorio en 2019.