Nguyen Phu Trong se consolida como el político más poderoso de Vietnam desde el fin de la guerra en 1975, tras ser reelegido ayer para un tercer mandato de cinco años como secretario general del Partido Comunista, en un Congreso ensombrecido por la inesperada vuelta de la pandemia del covid al país.

Hasta hace unas semanas, nadie esperaba que Trong, a punto de cumplir 77 años y con una salud frágil, optara a una tercera elección al puesto con más poder del país tras una década al frente del Partido.

Según varios analistas, este teórico del marxismo, de vida privada austera, dio un paso al frente al comprobar que su protegido, Tran Quoc Vuong, no reunía suficientes apoyos para sucederle.

El líder más poderoso de Vietnam en las últimas décadas incumplía dos de los requisitos para seguir optando al cargo: superaba la edad máxima de 65 años y había cumplido ya el número máximo de dos mandatos, pero el Partido lo consideró un caso especial y, al igual que a otros candidatos en situación similar, le permitió postularse.

Trong, que desde 2018 es también presidente de la República, accedió a la jefatura del Partido en 2011, pero dejó su huella especialmente en su segundo quinquenio, en el que lanzó una campaña anticorrupción sin precedentes contra altos cargos políticos y empresariales, conocida como “el horno ardiente”.

En lo económico, se espera que Trong mantenga el rumbo de los últimos años, con una progresiva apertura económica internacional con la firma de tratados, como el acuerdo de libre comercio con la Unión Europea, la Asociación Económica Integral Regional (RCEP, por sus siglas en inglés), y el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica.

En política internacional, Trong mantendrá la línea ya aprobada por el comité central del Partido de mantener un equilibrio en sus relaciones con las grandes potencias, en especial China y EE.UU., con la expectativa de una mayor cooperación bajo la presidencia de Joe Biden.