Azerbaiyán es una "marioneta" del presidente turco, Recep Tayyip Erdogán, en sus planes de expansión regional, aseguró hoy a Efe Masis Mailián, jefe de la diplomacia de la república separatista de Nagorno Karabaj.

"Turquía es quien maneja los hilos en Azerbaiyán, que se ha convertido en estos momentos en un régimen marioneta. Y Turquía a través de Azerbaiyán intenta solucionar sus problemas y reforzar su rol en el Cáucaso Sur, lo que es inaceptable", comentó Mailián por teléfono desde Stepanakert, capital karabají.

Tanto las autoridades armenias como las karabajíes han denunciado desde el estallido del conflicto el domingo pasado la "participación directa" de Turquía en las hostilidades en favor del bando enemigo con unidades militares, sistemas de misiles y cazas F-16.

TURQUÍA Y AZERBAIYÁN, UN PUEBLO, DOS ESTADOS

"Turquía juega un papel muy destructivo en este conflicto. (...) se comporta como parte del conflicto. Trabaja en tándem con Azerbaiyán. Tienen un lema común: un pueblo, dos Estados", señaló.

El ministro recuerda que semanas antes del comienzo del conflicto, turcos y azerbaiyanos celebraron maniobras conjuntas, tras lo que, según él, "parte de las unidades militares y del armamento turco permaneció en territorio azerbaiyano".

"Tenemos datos de que todas las operaciones las dirige Turquía, que es quien maneja los hilos. Además, Turquía ayuda a reclutar mercenarios de Oriente Medio y los lleva hasta Azerbaiyán a través de su territorio. El apoyo es total", afirmó.

A esto, añade, hay que sumar que los oficiales azerbaiyanos se preparan en academias militares turcas y asesores militares turcos integran el Ejército del país vecino desde hace más de 20 años.

"Turquía es el único país que abiertamente se postula contra el restablecimiento del alto el fuego en la zona del conflicto. Los dos países se han convertido en apestados internacionales. Ellos tienen una postura y el resto de la comunidad internacional otra", afirma. Y pidió sanciones internacionales contra Ankara en forma de bloqueo, medidas económicas y militares.

GUERRA DE LARGA DURACIÓN

Los karabajíes, que denunciaron hoy un nuevo ataque de artillería contra la capital del enclave, Stepanakert, se preparan para "una guerra larga". "Esta guerra se diferencia de la de (los Cuatro Días de) 2016, tanto por su magnitud como por el armamento utilizado. Estamos concienciados para una guerra de larga duración", señala.

Admite que en las primeras horas el Ejército azerbaiyano logró "algunos éxitos", pero la situación se equilibró en los siguientes días. "El ataque no nos cogió por sorpresa. Estábamos preparados para repeler la agresión", aseguró.

Mailián recuerda que la autoproclamada república está en guerra desde hace casi 30 años y ha demostrado que es "el mejor Ejército del Cáucaso".

"Nuestro Ejército cumple prácticamente una función de pacificación, ya que contiene los planes agresivos de Azerbaiyán", resaltó, y denunció los ataques enemigos contra la población civil como en la localidad de Martuní, donde murieron cuatro personas.

A su vez, descartó que el Karabaj se plantee declarar una tregua unilateral, ya que su intención es "imponer la paz" a Azerbaiyán. "Estamos firmes y unidos como un solo puño y estamos convencidos de nuestra victoria. El país que empezó la agresión es quien debe parar. Nosotros no pediremos una tregua", dijo.

CONFLICTO POLÍTICO, NO TERRITORIAL

Mailián asegura que la postura de la comunidad internacional, desde la ONU a la OSCE y la UE, coincide con la de Armenia y el Karabaj en que éste es un conflicto político.

"Azerbaiyán dice que es un conflicto territorial, pero eso no es verdad. Cuando estalló el conflicto hace treinta años, nosotros no controlábamos ningún territorio. Y ahora quiere solucionar un conflicto político por la vía militar", señaló.

Subraya que Bakú fue el agresor hace treinta años y los territorios que perdió -el Karabaj y siete distritos que forma la franja de seguridad armenia- fue consecuencia directa de su agresión y posterior derrota en la guerra.

La república separatista -de donde fueron expulsados casi 40.000 azerbaiyanos, según admite Mailián- considera que todo proceso negociador debe reconocer "el derecho del pueblo de Artsaj (Nagorno Karabaj) a la autodeterminación".

"Sobre esa base se puede lograr un compromiso e instaurar la paz. Nosotros abogamos por una solución pacífica. El problema es que Azerbaiyán se niega a negociar con Nagorno Karabaj" como parte en el conflicto, lamenta.

Destaca que el pueblo de Nagorno Karabaj expresó su aspiración a "vivir libremente en su tierra" en tres ocasiones, en 1991, 2006 y 2017 a través de referendos, pero que Azerbaiyán se niega a aceptarlo.

"La postura de Azerbaiyán siempre ha sido: o una paz según sus condiciones y sólo teniendo en cuenta sus intereses, o la guerra", afirmó.

RECONOCIMIENTO DE LA INDEPENDENCIA

En cuanto a un posible reconocimiento de la independencia de Nagorno Karabaj por parte de Armenia, explicó que "ahora que somos testigos de una nueva agresión de Turquía y Azerbaiyán contra Artsaj, todo es posible".

"Somos independientes. Consideramos que la mejor respuesta de la comunidad internacional puede ser el reconocimiento de la independencia de la república", subrayó.

En su opinión, lo ocurrido en otros casos como las repúblicas separatistas georgianas de Osetia del Sur y Abjasia, cuya independencia fue reconocida por Rusia en 2008, demuestra que "el reconocimiento es un mecanismo de garantía de seguridad". "Esa declaración política puede frenar las acciones militares y garantizar una paz duradera en el Cáucaso Sur", indicó.