- La violencia racial prosigue en las principales capitales de EE.UU. mientras el presidente Donald Trump culpó de los disturbios a la extrema izquierda, que personificó en el movimiento Antifa.

Al menos dos personas murieron en Iowa y una más en Kentucky durante la sexta noche de disturbios, en la que más de 40 ciudades del país estuvieron bajo toque de queda. Además, al menos dos personas, en Los Ángeles y en Nueva York, recibieron disparos.

Las protestas, que suelen comenzar con un ambiente pacífico, derivan luego en incidentes con las fuerzas de seguridad, pese a la declaración del toque de queda en al menos cuarenta ciudades del país y la activación de la Guardia Nacional en quince estados y en la ciudad de Washington, la capital.

El motivo de las protestas que afectan a decenas de ciudades de todo el país es la muerte del afroamericano George Floyd en Mineápolis después de que un policía blanco lo inmovilizase, ya esposado, con la rodilla en el cuello durante varios minutos, pese a sus ruegos de que no podía respirar.

Una de las más virulentas de la noche del domingo fueron las que tuvieron lugar en Washington, que comenzaron frente a la Casa Blanca, donde los manifestantes prendieron hogueras, que derivaron luego en incendios y enfrentamientos con la policía en zonas aledañas.

El Departamento de Bomberos del Distrito de Columbia informó en su cuenta de Twitter sobre incendios en el sótano de la Iglesia Episcopal St. John’s, así como en una instalación ubicada en el Lafayette Square (la plaza situada frente a la casa presidencial) y en la sede de AFL-CIO, la mayor plataforma de sindicatos del país.

Y como ocurrió en otras ciudades en los últimos días, después de un ataque contra un coche patrulla en la calle 14, la policía lanzó pelotas de goma y cargó contra los presentes, incluidos varios periodistas. Antes de comenzar el toque de queda, los agentes que protegían el recinto presidencial avanzaron contra los manifestantes y dispersaron a la mayoría. Los agentes lanzaron gases lacrimógenos y algunos participantes en las protestas les respondieron lanzando piedras y botellas de agua vacías, ante las críticas de varios de los presentes.

Y en Mineápolis, donde se originaron estas protestas, las fuerzas de seguridad arrestaron el domingo a unos 150 manifestantes que desafiaron el toque de queda, en la primera noche sin violencia desde que estalló la revuelta racial.

A diferencia del sábado, cuando policías y militares utilizaron la fuerza para dispersar las protestas, la estrategia del domingo fue rodear por completo al grupo, que al verse sin salida posible simplemente claudicaron.

Miles de personas cortaban la autopista interestatal 35 cuando un camión avanzó contra la multitud a gran velocidad y desató el pánico. El conductor fue sacado de la cabina del vehículo y golpeado, según testigos citados por Reuters. El policía detenido por la muerte de Floyd, Derek Chauvin, fue trasladado de la prisión del condado de Hennepin a la estatal de Oak Park por el gran número de nuevos arrestados que se esperan en el primer centro penitenciario.

Trump exigió ayer a los gobernadores del país una respuesta más agresiva contra los manifestantes, con cargas policiales, arrestos y duras sentencias de cárcel, para “poner fin” a las protestas y disturbios.

“Este es un movimiento. Si no le ponen fin, va a empeorar más y más. El único momento en el que triunfa es cuando ustedes son débiles, y la mayoría de ustedes son débiles”, dijo Trump durante una llamada telefónica con los gobernadores de los distintos estados del país.

“Tienen que arrestar a la gente, tienen que juzgar a la gente, tienen que meterles en la cárcel durante diez años y nunca verán este tipo de cosas de nuevo”, subrayó Trump, según una grabación de la conversación privada obtenida por la cadena CBS News y confirmada por otros medios.

Trump se quejó de que los gobernadores “no están haciendo uso” suficiente de los militares para reprimir las protestas.

“Tienen que dominar (a los manifestantes), si no les dominan, están perdiendo el tiempo. Van a arrollarles, y ustedes van a parecer una panda de idiotas. Tienen que dominarles”, insistió Trump.

También elogió la respuesta a las manifestaciones en Mineápolis (Minesota), donde las fuerzas policiales “atravesaron eso (la multitud) como si fuera mantequilla”, y “los tumbaron tan rápido como si fueran bolos” en una bolera, aseguró.

La Guardia Nacional ha movilizado a unos 66.700 soldados en todo el país para dar respuesta a los disturbios ocurridos durante las protestas por la muerte de George Floyd durante una detención policial. De ese número, más de 17.000 están ya desplegados en apoyo a las fuerzas de seguridad estatales y locales.

La ONU pide investigar la violencia. La ONU urge a investigar los episodios de violencia policial y los ataques sufridos por varios periodistas que cubrían las manifestaciones.

Arrestada la hija del alcalde de Nueva York. El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, confirmó ayer que su hija es uno de los cientos de detenidos que hubo durante el fin de semana.

El FBI abre una investigación por violencia política. La Oficina Federal de Investigación (FBI), la policía federal estadounidense, ha abierto una investigación sobre actos vinculados a extremistas de todo el espectro político en Mineápolis, epicentro de las protestas.