Washington - Los legisladores demócratas de la Cámara de Representantes desvelaron ayer los dos cargos para un juicio político al presidente estadounidense, Donald Trump: abuso de poder y obstrucción al Congreso, con lo que abocan al país a una escenificación teatral de su aguda polarización. “Los hechos son incontestables, es una cuestión de deber”, aseguró el demócrata Adam Schiff, el presidente del comité de Inteligencia de la Cámara baja, que lideró la investigación de juicio político contra el presidente.

El anuncio formal de los dos cargos fue realizado por el presidente del comité Judicial de la misma cámara, Jerry Nadler: “Debemos ser claros. Nadie, ni siquiera el presidente, está por encima de la ley”, subrayó. A partir de ahora, comienza la maquinaria de sucesivas votaciones legislativas, que previsiblemente seguirán líneas partidistas y mostrarán una vez más la dramática y aguda polarización política en Estados Unidos.

En primer lugar, se espera que el comité Judicial de la Cámara baja vote esta semana los cargos políticos contra Trump, que luego se trasladarán al Pleno. Más tarde, la Cámara de Representantes tendrá que votar para formalizar la imputación de cargos políticos contra Trump en un sesión de la que todavía no se ha fijado una fecha, aunque se espera que sea antes de fin de año.

Los demócratas tienen la mayoría en la Cámara baja con 235 legisladores frente a 198 de los republicanos, lo que supone que su aprobación es casi segura. A continuación, el proceso pasaría al Senado, donde tendría lugar formalmente el juicio político, y allí lo más probable es que fracase, ya que los republicanos tienen una mayoría de 53 contra 47 y, además, la destitución requiere el respaldo de dos tercios de la cámara.

Los comités de la Cámara baja del Congreso, dominados por los miembros del Partido Demócrata, trabajan desde hace cerca de tres meses en la construcción de un proceso de juicio político contra Trump por las presiones a Ucrania para que investigara al exvicepresidente, el demócrata Joe Biden, precandidato a las elecciones presidenciales de 2020, y su hijo Hunter por presunta corrupción en ese país. La oposición demócrata considera que Donald Trump abusó de su poder al condicionar el desembolso de ayuda militar a Ucrania y un encuentro con su homólogo ucraniano, Vladímir Zelenski, en la Casa Blanca, a que este ordenase abrir una investigación sobre los Biden.

Hunter Biden fue entre 2014 y 2019 miembro del Consejo de Administración de la empresa de gas ucraniana Burisma, adonde llegó mientras su padre era el vicepresidente de Barack Obama (2009-2017) y mediador durante el conflicto por la península de Crimea con Rusia.

Los demócratas también creen que Trump ha obstruido al Congreso al tratar de bloquear la investigación en su contra prohibiendo el testimonio de funcionarios de su Gobierno.

Durante las últimas semanas, los testigos, entre ellos funcionarios del Departamento de Estado, que han participado en las audiencias públicas en el Congreso durante la investigación de juicio político han dibujado un oscuro entramado de intereses y diplomacia paralela forjado a instancias de Trump.

rebelión de perdedores Los legisladores demócratas han imputado al presidente, Donald Trump, porque “no pueden ganarle legítimamente en las urnas”, aseguró ayer la responsable de prensa de la Casa Blanca, Stephanie Grishman, en reacción al anuncio de las acusaciones formales.

“Los demócratas han querido durante un largo tiempo darle la vuelta a los votos de 63 millones de estadounidenses. Han determinado que deben imputar al presidente Trump porque no pueden ganarle legítimamente en las urnas”, reza el texto de la declaración de Grishman difundido por la Casa Blanca. “Los demócratas usan una llamada con el presidente de Ucrania -que el propio presidente hizo pública- como excusa para su partidista, gratuito y patético intento de derrocar a la Administración de Trump”, agregó.