CARACAS. Al día siguiente del efímero levantamiento militar en Venezuela, las muestras de fuerza y respaldo popular volvieron a las calles de Caracas y otras ciudades en respuesta a los llamamientos realizados tanto por el presidente interino y promotor de la rebelión, Juan Guaidó, como por el Gobierno de Nicolás Maduro, que restó relevancia a la sublevación.

Las manifestaciones callejeras del Primero de Mayo ya habían sido convocadas tanto por el Gobierno de Nicolás Maduro como por sus detractores, pero se vieron estimuladas por la jornada del martes, cuando miles de personas participaron en protestas para respaldar la insurrección de un pequeño grupo de militares en Caracas. Las concentraciones de miles de venezolanos de ayer sirvieron para que cada bando reafirmara sus posiciones y también para volver a vivir momentos de tensión y violencia en la represión con lanzamiento de bombas lacrimógenas contra al menos dos manifestaciones de la oposición.

En la manifestación opositora en Caracas reapareció Juan Guaidó, que había permanecido desaparecido durante varias horas, y llamó a un paro progresivo en la administración pública a partir de hoy. “Mañana (por hoy) comienza la Operación Libertad Sindical con rumbo a la huelga general (...) Mañana vamos a acompañar la propuesta de paro escalonado”, dijo ayer Guaidó frente a un millar de personas que se concentraron en uno de los puntos dispuestos por la oposición para protestar contra el Gobierno de Maduro. Guaidó, también jefe del Parlamento, celebró que miles de personas estén en las calles protestando, “a pesar de la intimidación” del Ejecutivo. Aunque Guaidó no se refirió expresamente a la sublevación y los acontecimientos de la víspera, aseguró que continuará llamando a protestas hasta lograr el cese de la usurpación que, considera, hace Maduro de la Presidencia. “Si el régimen creía que habíamos llegado al máximo de presión, se equivocaron (...) Vamos a seguir en las calles hasta lograr la libertad de Venezuela”, resaltó.

Advirtió de que el chavismo “va a tratar de aumentar la represión” contra las manifestaciones y, pese a ello, pidió a los ciudadanos usar una banda azul como la que emplearon los insurrectos ayer para decir “ya basta” al Gobierno de Maduro.

El llamamiento a realizar paros laborales de Guaidó fue rápidamente contestado por el dirigente chavista Diosdado Cabello, quien puso en duda que la propuesta tenga éxito y consideró que el opositor dice “muchas boberías”.

Frente a los rumores de las últimas horas sobre una operación militar extranjera, el almirante Craig Faller, responsable del Comando Sur de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos (SouthCom), descartó una inminente intervención militar en Venezuela para derrocar al Gobierno de Nicolás Maduro y aseguró que una transición democrática “está ya de camino”. Faller dijo que “el alto mando ha dejado claro que esta tiene -o debe- ser principalmente una transición democrática”.

“Nosotros apoyamos completamente el proceso diplomático”, indicó el almirante. Faller sostuvo que los esfuerzos del Pentágono están centrados en colaborar en materia de intendencia e inteligencia con los socios de Estados Unidos en la región y que Washington está analizando cómo será “el día después”, en caso de una hipotética salida de Maduro.

Urkullu pide diálogo

Por otro lado, el lehendakari, Iñigo Urkullu, expresó ayer la necesidad de un “presente basado en una solución dialogada y acordada de manera pacífica” que conduzca a unas elecciones democráticas en Venezuela. Así se pronunció en las redes sociales después del llamamiento al levantamiento militar y ciudadano realizado por Guaidó. En un breve mensaje, Urkullu también manifestó la “urgencia” de que Venezuela abra sus puertas a la ayuda humanitaria. En febrero el Gobierno vasco expresó su “total apoyo” a la Asamblea Nacional como “representante democrático” del pueblo venezolano.

El Gobierno español, por su parte, informó ayer de que está siguiendo “de cerca” la evolución de los acontecimientos en Venezuela, y lo está haciendo en conexión con sus socios de la Unión Europea. Fuentes de Moncloa explicaron que el Ejecutivo está en contacto con los demás estados miembros de la Unión en el marco del Grupo Internacional de Contacto impulsado por el club comunitario para dialogar con todas las partes enfrentadas en Venezuela y tratar de crear condiciones para la celebración de nuevas elecciones presidenciales.

Según las fuentes, España ocupa una “posición de liderazgo” en el Grupo Internacional de Contacto, que ayer emitió un comunicado en el que reafirma su apoyo a una solución política, pacífica y democrática de la crisis venezolana, en el marco de la Constitución de ese país. “Los acontecimientos actuales confirman la necesidad de esa solución política”, añade la nota, en la que el Grupo subraya que esta crisis está agravando la situación humanitaria del pueblo venezolano.