Margot Duhalde“Los hombres dijeron siempre que las mujeres no iban a ser capaces de volar esos aviones. Y después tuvieron que agachar el moño nomás, porque en realidad volamos igual que ellos”

Su sobrina, Mirtha Carrillo Duhalde, también reconoce su impronta. En declaraciones a este diario, esgrime que “podría decir que mi tía era una mujer muy decidida; desde muy joven rompía todos los cánones de lo que se esperaba entonces para una mujer”. “Esa fuerza de voluntad fue la que le motivó a perseguir sus sueños y logrando llegar hasta el fin de su vida haciendo todo lo que le gustaba. En primer lugar, ser piloto”, relata.

Margot nació en Río Bueno, sur chileno. Fueron un total de doce hermanos. Su abuelo era vasco. “Su padre, Maximiliano Duhalde, era descendiente directo de Pedro Duhalde I, quien fue el primero de la familia en llegar a Chile. Lo hizo con dos naves, con las goletas Golondrina y Aurora. Lo logró en 1840. El primer vasco, dicen, que llegó a este país en 1825”, aporta Mirtha.

Según el investigador Patricio Legarraga, del Instituto Chileno de Investigaciones Genealógicas, entre los años 1835 y 1860 censaron a 51 vasco-franceses establecidos en Chile: de ellos 25 provenientes de Lapurdi, cuatro de Behe-Nafarroa y tres de Zuberoa. “La etimología del apellido Duhalde proviene del euskera Uralde (con la raíz ur y el sufijo alde), y significa uralde)al lado del agua, orilla, valora Legarraga.

En el seno de aquella familia afincada en Chile nació Margot Duhalde Sotomayor el 12 de diciembre de 1920. Realizó sus estudios en el Liceo de Osorno, en Santiago de Chile en el Liceo Nº3. A continuación, ingresó a la Escuela de Aviación Civil el 6 de febrero de 1938 y su primer vuelo lo efectuó el día 23 de aquel mismo mes.

Actuó en la Real Fuerza Aérea (en inglés: Royal Air Force, abreviada como RAF) en la Segunda Guerra Mundial con el grado británico de capitán y como teniente de la Aviación del Ejército Francés. Fue condecorada con la Legión de Honor, que obtuvo de manos del General Balain. Asimismo, prestó servicios en la Línea Aérea Lipa y condecorada “Chevalier de la Légion d´Honneur du Chili” en 1947. Hija Ilustre de Río Bueno; siguió trabajando en la Dirección de Aeronáutica Civil, en Santiago. Como curiosidad, su perra tenía nombre en euskera: Maitetxu.

visitas a iparralde

Su sobrina Mirtha evoca los viajes que Margot realizó a Iparralde, lugar de sus ancestros. “Ella buscó y visitó hace mucho a la familia y estaba muy contenta de ello. Siempre que pudo los visitó”, detalla la persona que más cerca de ella vivió en los últimos años y que reivindica su figura a diario.

La familia recuerda que Margot ya quiso ser aviadora con dieciséis años y que ocultó su tan temprana edad para poder hacer el curso de piloto de aviación e ingresar al Club Aéreo de Chile como socia. Y no fue esa su única mentira para lograr que sus sueños fueran de altos vuelos. Para poder mudarse a Europa y combatir en la Segunda Guerra Mundial contra los nazis, dijo a sus padres que se iba a trabajar a Canadá como instructora de vuelo.

En Francia, trabajó como piloto para las fuerzas francesas libres de Charles de Gaulle. En una entrevista, declaró que en Francia no sabían qué hacer con ella, porque confundieron su nombre de Margot con el de Marcel. “Pensaban que yo era un hombre”, reveló. Duhalde abandono el ejército galo cuando le asignaron a cuidar de los pilotos heridos, por lo que dejó aquella encomienda e ingresó en la RAF, a pesar de que no hablaba aún inglés.

estancia en inglaterra

Fue destinada a Londres y militó en la división Air Transport Auxiliary. En este escuadrón, conocido como ATA, participaron 168 mujeres durante toda la Segunda Guerra Mundial, una por cada ocho pilotos varones.

Su misión consistía en trasladar, -desde las maestranzas y fábricas-, aviones de todo tipo, hacia las bases aéreas. Dicen que voló más de cien tipos de aviones, entre los que se incluían cazas como el Spitfire y bombarderos ligeros.

Cuando la guerra terminó, continuó trabajando para la Fuerza Aérea francesa y residiendo tanto en Inglaterra como en la ciudad imperial marroquí de Meknés. Entre 1945 y 1946 realizó una gira por América, con el objetivo de realizar demostraciones de aviones franceses. Visitó Argentina, Brasil, Uruguay, así como el Chile en el que había nacido. Fue en 1947 cuando volvió a afincar su residencia en aquel país en el que trabajó de piloto particular y más adelante de piloto comercial para la aerolínea Lipa-Sur y, como controladora de tránsito aéreo dependiente de la Fuerza Aérea chilena, empleo que mantuvo durante más de 40 años. Llegó a fundar una escuela de vuelo que lleva su nombre. Existen, al menos, dos libros que narran su vida: sus memorias, tituladas Mujer alada, y otro de Magdalena Silva Valdés.

Duhalde contrajo matrimonio en tres ocasiones y tuvo un hijo de su segundo marido. Su fallecimiento se produjo en un hospital de Santiago de Chile, el 5 de febrero de 2018, a la edad de 97 años. Mirtha explica que Margot tenía vivienda propia, pero los dos últimos años permaneció en una residencia especial de las Damas de la Defensa. Una plaza lleva su nombre en Santiago de Chile.

La tía Margot mientras pudo pilotar lo hacía regularmente en clubes privados. Después que se jubiló como controladora de tránsito aéreo, siguió participando en diferentes pruebas por el país con el Club de Mujeres Pilotos. Era muy amante de los perros, en el último tiempo tenía dos y sus tardes las desarrollaba sacándolos a pasear a una plaza cercana a su domicilio en Santiago. El resto de su tiempo, compartiendo reuniones con diversas personas y amigos”.

El Ministerio de Defensa Nacional de Chile tuvo palabras de homenaje tras su muerte y concluyo con un “nuestras mujeres, nuestra defensa”.

Dicen que Duhalde voló más de cien tipos de aviones, entre los que se incluían cazas como el Spitfire y bombarderos ligeros