Como en las ediciones anteriores, el público y los lectores de Grupo Noticias han sido los responsables de la elección, a través de una votación, de los triunfadores de la tercera edición de Musika Km0, el concurso para músicos noveles vascos en el que han colaborado la Universidad Euneiz, Eusko Label, cervezas Ambar y Aena. En primer lugar y como ganador destacado se sitúa el grupo de punk y rock Deklibe, seguido de la cantante Jessica Poza y el cantautor pop Iker Sanz. El trío actuará el 18 de diciembre en el Teatro Campos Elíseos de Bilbao.

El público soberano ha sido, con sus votos, quien ha elegido entre la media docena de finalistas seleccionados por un jurado

Han sido los lectores de las cabeceras de Grupo Noticias los encargados de elegir a los ganadores de un concurso que se muestra ya consolidado en una tercera edición en la que se han incrementado considerablemente tanto los músicos y solistas inscritos como el número de votaciones populares. El público soberano ha sido, con sus votos, quien ha elegido entre la media docena de finalistas seleccionados por un jurado entre las decenas de propuestas inscritas. 

AntiMeta, Décima Avenida, Deklibe, Ganer, Iker Sanz y Jessica Poza han sido los seis finalistas del concurso. Entre ellos, se ha situado el grupo Deklibe como ganador absoluto del certamen, seguido por la vocalista navarra Jessica Poza y en tercer lugar por el cantautor Iker Sanz. Todos ellos podrán grabar uno de sus temas en los estudios de producción musical de la Universidad Euneiz, que cuenta con la mejor tecnología y software para crear, grabar, editar, mezclar y producir música de manera digital. 

Además, los tres elegidos por el voto popular podrán demostrar su valía musical en directo sobre el escenario de la sala Kupula del Teatro Campos Elíseos de Bilbao el próximo día 18 de diciembre, a partir de las 19.30 horas y con acceso gratuito, previa inscripción. Cada uno podrá ofrecer tres de las canciones de su repertorio ante el público y totalmente en vivo. 

Ganadores, uno a uno la tercera edición del concurso deja a la cabeza al grupo guipuzcoano Deklibe, cuyo repertorio se mueve entre el punk y los sonidos rockeros. Curiosamente, se han alzado con el triunfo a pesar de ser los responsables de los sonidos más recios y eléctricos presentados al concurso. Originarios de Trintxerpe, el barrio de Pasaia, han sufrido varios cambios en su formación y actualmente lo forman Charly a la batería, Xabi al bajo, Jorge y Mikel a cargo de las guitarras, y David a la voz. A pesar de su juventud, cuentan ya con un disco, ‘La democracia ha muerto’, y tienen grabada su continuidad en los estudios del mítico Haritz Harreguy. 

Deklibe: 'Madres de ayer'

Deklibe: 'Madres de ayer'

Grupo que ha compartido escenarios con bandas establecidas como Koma, Kaos Etiliko, Manifa o Mafalda, suena a punk rock, a rock de calle, a lucha, a desobediencia y a protesta, como demuestran dos de sus temas más recientes: ‘Madres de ayer’, en la que reivindican, entre guiños a Reincidentes en espíritu y sonido, el trabajo de aquellas “madres de las trincheras” de los 80 que lo dieron todo por su familia; y ‘Sangre y fuego’, donde denuncian la distopía que vivimos en una sociedad destrozada por el ser humano. 

Jessica Poza: 'Another Page Turns Black'

Jessica Poza: 'Another Page Turns Black'

En segundo lugar ha quedado Jessica Poza, dotada cantante y compositora navarra que suele compartir su trabajo artístico con su hermano Iván y que dice usar la música como terapia, aunque tampoco se cierra a disfrutar del baile y la escritura. Tras abandonar el grupo de versiones Rockstars, ahora trabaja en solitario con un repertorio que alterna el castellano y el inglés, y que se mueve entre la balada clásica y una faceta mas rockera que liga su sonido a los oscuros Evanescence

Iker Sanz: 'A escondidas de la luna I'

Iker Sanz: 'A escondidas de la luna I'

Finalmente, se ha erigido como tercer ganador el vizcaino Iker Sanz. Vecino de Eibar, autodidacta y relanzado como compositor y músico durante la pandemia, ha despuntado entre los finalistas gracias a la composición ‘A escondidas de la luna’, que ofrece dividida en dos partes diferenciadas: una, al teclado, en una faceta de cantautor sensible y dulce, con un timbre similar al del Tontxu más joven, y una segunda, a la guitarra, que se ve reflejada en la poesía callejera de Fito y Fitipaldis.