Síguenos en redes sociales:

Una marea morada por la igualdad

Decenas de miles de mujeres, muchas de ellas jóvenes, llenan por segundo año consecutivo las calles de Euskadi La jornada de huelga tuvo un seguimiento desigual, siendo en Educación el sector donde más se dejó notar

Una marea morada por la igualdad

Bilbao - Quizá no fuera tan impactante como la histórica revolución de 2018, pero los pueblos y ciudades de Euskadi volvieron a vivir ayer una auténtica marea morada, una marea empeñada en conseguir la igualdad real entre hombres y mujeres. Si el pasado año todas las crónicas destacaban que mujeres de todas las edades y condiciones habían tomado las calles, ayer fueron, sobre todo, mujeres jóvenes, la mayoría de ellas estudiantes, quienes tomaron las calles reivindicando seguir subiendo escalones hacia la igualdad, justo cuando en la escena política aparecen elementos dispuestos a retroceder lo ya conseguido.

Las mujeres vascas reclamaron su derecho a andar por las calles sin temor a sufrir agresiones y a mandar en sus propias vidas. También clamaron en contra del “heteropatriarcado capitalista” al que culpan de la brecha salarial que sufren, de una media del 24,4% en Euskadi, según los últimos datos existentes, de 2016, y de la falta de oportunidades para competir en plano de igualdad con sus compañeros de carreras profesionales.

Dos multitudinarias manifestaciones -por la mañana y por la tarde- recorrieron las calles de Bilbao con el respaldo de los principales sindicatos, como ELA, LAB, Comisiones Obreras y UGT, y la presencia de representantes políticos del PNV, PSE-EE, EH Bildu y Podemos. Los colores negro y morado, portados por las manifestantes en prendas de vestir, pancartas, pelucas, gafas y otros accesorios, predominaron en las marchas reivindicativas, y que corearon lemas como “Gora borroka feminista”, “Patriarcado-capital, alianza criminal”, “Quiero andar sola, sin luz y sin farola”, “Queremos ser libres, no valientes”, o “Con ropa, sin ropa, mi cuerpo no se toca”.

Desde las escalinatas del Ayuntamiento, integrantes del Movimiento Feminista de Euskal Herria se dirigieron a las miles de mujeres, recordando a las últimas víctimas de la violencia machista y señalaron también la necesidad de acabar con los sueldos y empleos precarios. Asimismo, advirtieron de que “los mercados, las estructuras públicas, la familia o el modelo en que vivimos no pueden entenderse de forma aislada”, porque “todo está interrelacionado y las injusticias de nuestro alrededor también están conectadas entre sí”. “Hemos venido a terminar con esas jerarquías, reivindicamos la reorganización social del cuidado de las personas”, demandaron, para pedir también “la asunción de responsabilidades por parte de los hombres y las instituciones”. Así, advirtieron de la necesidad de “cambios estructurales en nuestras relaciones personales y comunitarias, en los modelos de pareja en la práctica diaria, en los modelos de producción, en las políticas públicas y en la organización territorial”.

Según señalaron, “el capitalismo no puede rehacerse sin someter a la mujer, y si las mujeres nos plantamos, todo se para” y, “por eso hemos ido a la huelga, para impulsar y producir una ruptura con el sistema y exigir un nuevo pacto social”. “Queremos situar las vidas en el centro, y tenemos que revolucionar el sistema, para superar las relaciones jerárquicas entre la explotación laboral, el sexo-género, el capitalismo y el racismo”, añadieron. Varias mujeres accedieron a la balconada del Ayuntamiento, donde desplegaron una pancarta en la que se leía Sistema irauli. Bizitzak erdigunea (Cambiar el sistema. Las vidas en el centro).

Otras concentraciones Una estampa similar se vivió en Gasteiz, donde varios miles de mujeres se concentraron coreando gritos en favor de la lucha feminista y en contra de comportamientos machistas. Miles de personas, en su mayoría mujeres, también inundaron y salpicaron de color morado el Boulevard de Donostia, en una concentración multitudinaria de ambiente festivo. Cuatro marchas confluyeron en este gran paseo del centro de Donostia, con miles de mujeres de todas las edades, desde niñas a ancianas, pasando por adultas y gran número de chicas, casi todas con alguna prenda de ropa o detalle de color morado, como muestra de su adhesión a la lucha feminista.

Fue una jornada cargada de simbolismos, donde el color morado fue el gran protagonista de la jornada, incluido San Mamés, que por un día dejó de lado los colores rojo y blanco y se iluminó de morado. Además, un mosaico del mismo color fue el protagonista de los prolegómenos del encuentro de anoche en La Catedral, mientras un punto lila recordaba a las víctimas de la violencia machista en los videomarcadores del campo.

Fue también una jornada de declaraciones en busca de esa concienciación para alcanzar la igualdad. En esa misma línea, se manifestó el lehendakari, Iñigo Urkullu, que recordó a los hombres que el Día Internacional de la Mujer es también una jornada de concienciación para ellos con el fin de que trabajen por la igualdad.

Urkullu realizó estas manifestaciones de apoyo a la causa feminista en el Parlamento Vasco, después de que por primera vez en la historia se suspendiera el pleno de control programado para ayer por falta de quorum, debido a la ausencia de las parlamentarias del PNV, EH Bildu, Elkarrekin Podemos y PSE-EE y de varios parlamentarios de distintos grupos.

Las representantes del PP, que fueron las únicas del ámbito parlamentario que no secundaron las movilizaciones de ayer, se quedaron solas en el pleno, al considerar que la mejor forma de reivindicar la causa de la mujer es “trabajar”, según declaró la parlamentaria de este grupo Laura Garrido.

Sin embargo, no fue solo un día de movilizaciones sino también de huelga. Por segunda vez, las mujeres vascas estaban llamadas a secundar 24 horas de paro. Como ocurrió el pasado año, la incidencia volvió a ser desigual. Y aunque ni los sindicatos ni el Movimiento Feminista facilitaron datos sobre el seguimiento de la huelga, Osakidetza cifró el seguimiento del personal del Servicio Vasco de Salud en paro en el 11,53%. La huelga sí tuvo mayor incidencia en el sector de la Educación pública vasca, uno de los más feminizados, donde pararon alrededor del 47% de los empleados, porcentaje que llegó a un 66,3% en las haurreskolas, donde acuden alumnas de hasta 3 años. El paro se sintió también en los medios de comunicación, tanto la televisión como en la prensa escrita, donde muchas periodistas secundaron el paro.

Sin embargo, esa marea morada se tiñó de luto. En Madrid, un octogenario mató presuntamente a su mujer y volvió a poner el foco en esa terrible lacra que es la violencia machista y que ha costado ya la vida a diez mujeres en lo que llevamos de año. Un nuevo asesinato que pone de manifiesto que la igualdad real sigue aún muy lejos.