Adiós a un Drácula de cine
Christopher Lee, conocido por encarnar al vampiro más famoso y a otros villanos, falleció el pasado domingo a los 93 años a causa de un infarto, aunque la noticia se dio a conocer ayer
Londres - La muerte del actor británico Christopher Lee a los 93 años deja al mundo del cine sin uno de sus villanos más famosos, cuyo rostro ha quedado asociado a personajes siniestros como el conde Drácula y el mago Saruman de El Señor de los anillos.
Lee, que apareció en más de 250 películas, se sirvió de su físico singular -medía cerca de dos metros- y su mirada penetrante para ejercer papeles de antagonista en franquicias como James Bond y La guerra de las galaxias. El actor, nombrado Caballero del Imperio Británico en 2001, falleció el pasado domingo en un hospital de Londres en el que había ingresado con problemas respiratorios, si bien su familia mantuvo silencio sobre su muerte, que se conoció ayer.
El Ayuntamiento del distrito londinense de Kensington y Chelsea, donde murió el artista que encarnó al vampiro más legendario de la gran pantalla, confirmó que había emitido su certificado de defunción. Este certificado fue publicado en la página web del diario The Daily Telegraph, el primero en dar la noticia del fallecimiento del intérprete. Según el periódico, la viuda, la exmodelo danesa Birgit Kroencke, con quien se casó en 1961, esperó a hacer pública la noticia para informar primero a la familia y los allegados.
Su partida levantó reacciones dentro y fuera del mundo del espectáculo, incluida la del primer ministro británico, David Cameron, que lamentó la muerte de un “titán de la era dorada del cine” y un “distinguido veterano de la Segunda Guerra Mundial”. Lee se enroló como voluntario en la Real Fuerza Aérea británica durante el conflicto y comenzó su carrera artística en la década de 1940. En los estudios de cine le dijeron que era demasiado alto para ser actor, así que descartó cualquier papel de galán y saltó a la fama como protagonista de las películas de terror de la legendaria productora Hammer. Encarnó al monstruo de Frankenstein, a la Momia y al conde Drácula, un personaje al que continuó interpretando en diversas secuelas hasta la década de 1970, cuando por fin le dio descanso para diversificar su carrera.
El creador de las novelas de James Bond, Ian Fleming lo había propuesto años antes para interpretar al Doctor No, aunque el papel se lo llevó finalmente el canadiense Joseph Wiseman. El británico se quitó esa espina en 1974, cuando dio vida al villano Scaramanga, rival del agente 007 en El hombre de la pistola de oro. Lee fue un actor incansable y versátil, que a pesar de su fama aceptó decenas de papeles secundarios y encarnó a todo tipo de personajes. “He aparecido en infinidad de películas que estaban por delante de su tiempo. Algunas de ellas muy buenas”, relataba Lee a la BBC en 2001.
Con el siglo XXI, su carrera volvió a alzar el vuelo gracias a colaboraciones como las que fraguó con el director Tim Burton, con quien trabajó en Sleepy Hollow (1999), Charlie y la fábrica de chocolate (2005) y Alicia en el país de las maravillas (2010). “Me ofrecen más guiones ahora que en todo el resto de mi carrera”, admitía Lee cuando estaba a punto de cumplir 80 años.
Saruman Una generación de espectadores recordará a Lee por su interpretación de Saruman en la saga de El señor de los anillos, que rompió récords de taquilla entre 2001 y 2003, donde volvió a encargar a un personaje malvado. Incluso en los tiempos en los que su faceta como actor parecía estar agotada, en la década de 1990, Lee no dejó su actividad artística e inició un proyecto musical. El actor, amante de la ópera y capaz de cantar en un registro de bajo, grabó diversos temas que aparecieron en algunas de sus películas y lanzó un álbum inspirado en los musicales de Broadway.
Con cerca de 90 años, Lee abrió una nueva etapa como músico de heavy metal, y ganó varios premios con su álbum Charlemagne: By the Sword and the Cross (2010).