Bilbao - Los diez caballos que aparecieron el miércoles abandonados en el alto de un monte de Gordexola, en el barrio de Aretxederra, ya están a salvo. La Diputación Foral de Bizkaia se ha hecho cargo de ellos, trasladándolos a una cuadra foral situada en Galdames. Allí permanecerán recibiendo atención de los veterinarios y alimentación adecuada hasta que recobren totalmente la salud. Será entonces, según apuntaron ayer fuentes forales, cuando se decida qué hacer con los animales.

“Los pobres por fin vuelven a tener una alimentación”, se alegraba Ana Moreno, responsable de la asociación Equo Euskadi, que ayer mismo interpuso oficialmente la denuncia en el Juzgado de Bilbao. “No me puedo creer la rapidez con la que se ha desenvuelto todo, estoy muy feliz. Han estado abandonados muchos meses, sin agua, ni comida; sedientos y desprotegidos. Espero que se les compense a los pobres caballos que han conseguido sobrevivir”, decía visiblemente satisfecha.

Sin embargo, todos los agentes implicados en el rescate de los equinos coinciden en señalar que lo verdaderamente difícil llegará después, cuando haya que buscar un lugar donde los animales estén protegidos y sin posibilidad de ser nuevamente abandonados. “Es una fase complicada, encontrar un sitio para ellos no es nada fácil, pero estamos haciendo un esfuerzo tremendo”, reconocía Moreno.

Por el momento, los restos de los ocho caballos muertos fueron trasladados por personal foral a un centro de destrucción de cadáveres de animales. Además, se está inspeccionando el terreno en busca de más restos.

Tal y como publicó ayer DEIA, la Ertzaintza ya había identificado el mismo miércoles a los propietarios de los animales. Por ello, el departamento de Agricultura de la Diputación inició ayer los trámites para abrirles un expediente por el abandono de los animales.

Atención Fueron varias las personas que ayer, tras conocer la situación de los caballos, se acercaron a Aretxederra para comprobar su estado. “Cuando he llegado esta mañana -por ayer- me he encontrado con uno de los propietarios que quería llevarse los caballos, asegurando que él había estado fuera una temporada y no se había enterado de lo ocurrido”, explicó una testigo que subió a dar de beber a los animales. “No vamos a permitir ni que los toquen. Hace tiempo también denunciaron a estos propietarios porque maltrataban a sus animales”, sentenció.

Ana Moreno coincide con esta versión y ayer aseguró que “lo mejor sería trasladarles a algún santuario de animales; sería un paraíso para ellos”. Hasta el momento no saben cuál será su nuevo hogar, algo que les preocupa. “Nunca sabes cómo pueden ser los nuevos dueños. ¿Cómo acabará esto?”, se preguntaba.

El hallazgo de ocho caballos muertos y una decena en estado de desnutrición y deshidratación se produjo el pasado miércoles cuando un senderista se percató de su presencia. “Se dejaron morir”, explicó una testigo, aún afectada mientras intentaba asimilar lo que sus ojos acababan de ver. “Había huesos por todos los lados... Estos animales llevaban abandonados más de ocho meses”, matizó. “No vamos a parar hasta que tengan un nuevo hogar donde estén seguros y se les compense por todo lo que han sufrido”, declaró Ana Moreno.