ALIENTE e incansable luchador por los derechos de los más desfavorecidos: No sabe cómo le agradezco los tres cuartos de hora que pudimos compartir el otro día. Siento que la entrevista de una página que publica este mismo diario sea solo una pobre aproximación a lo que dio de sí esa charla luminosa que guardaré en el cofre de mis tesoros personales y periodísticos. Acostumbrado a reduccionistas visiones fanáticas sobre la situación en Venezuela, usted me mostró una realidad que no es ni blanca ni negra, llena de los riquísimos matices de los grises. Hago votos por que su llamamiento a la reconciliación -a sumar y multiplicar, en sus palabras- no caiga en saco roto. Ojalá pudiera ayudarle a conseguirlo de algún modo.