IFUNTO ya líder antivacunas de Austria: Habrá que reconocerle que ha llevado sus convicciones hasta sus últimas consecuencias. Ha palmado por ese virus cuya existencia negaba y lo ha hecho, una vez diagnosticado, después de haberse negado a recibir tratamiento. Prefirió hacerse sus propias curas a base de lavativas de lejía. Ya es tarde para sacarle de su error, aunque me temo que sus seguidores, que aún están a tiempo de abandonar su cerrilidad, no van a extraer ningún aprendizaje de su estúpida muerte. O no todos. Por fortuna, alguno ve la luz. Es el caso del conocido negacionista italiano Lorenzo Damiano, que desde el hospital en que se recupera del covid ha pedido a la población que haga caso a la ciencia, “que cura y salva”.