El destino del vuelo era Ibiza, pero ni Kiko Rivera ni Irene Rosales consiguieron llegar ayer a las Islas Baleares. ¿La causa? Hay dos versiones. Según Lydia Lozano en Sálvame, los problemas comenzaron cuando la pareja se negó a pagar la facturación de sus cuatro maletas. Pero no fue hasta que ambos ya estaban montados en el avión cuando se desató la tormenta. Rivera y Rosales protagonizaron, según Lozano, una discusión que terminó con el móvil de la sevillana lanzado contra el suelo y una afirmación tajante: “Yo me bajo de este avión”.

Sin embargo, esta no deja de ser la versión de Lydia Lozano. Irene Rosales no ha tardado en intervenir por llamada telefónica en el directo de Sálvame para defenderse. La primera aclaración que hace es sobre la facturación: “Creíamos que habíamos pagado las maletas antes y resulta que habíamos pagado las del vuelo de vuelta, no de ida”.

En cuanto al segundo conflicto, Rosales confirma que en el aeropuerto les avisaron de que había overbooking y que, si tenían suerte, alguien podría dejar un asiento libre para ellos y la pareja con la que viajaban. Pero solo consiguieron dos, y los próximos en la lista eran Rivera y ella. Mientras iban en el autobús camino al avión Rosales reflexionó: “No me parece nada ético que nos vayamos de viaje cuando era para cuatro”.

De esta forma, la pareja de Kiko Rivera aseguró en Sálvame que ella no llegó a subir al avión y que solo lo hizo su marido para informar de que no iban a volar.

Así, aunque Rosales niega la versión de Lozano, esta última ha continuado defendiendo férreamente su relato: “Mi amiga me ha llamado escandalizada por el retraso del avión”.