Dentro de la generalizada tendencia a humanizar a nuestras mascotas, una muy común es la de traducir su edad natural a años humanos. En algún momento se estableció que siete años de una persona equivalían uno de un perro. Así, se decía que un perro de 4 años tenía 28 años humanos.

Con los gatos no se llegó a calcular una formula similar, pero las tendencias seguían ese camino.

La ciencia ya ha desmentido esta teoría explicando que, en realidad, los perros y los gatos pueden envejecer más rápido que los humanos durante su juventud. Ahora, un estudio reciente ha podido establecer una fórmula mucho más precisa para conocer la edad de tu mejor amigo.

Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de California han pulido mucho más esa ecuación, estableciendo una nueva fórmula basada en los patrones cambiantes de los grupos metil (una agrupación de moléculas y átomos de carbono) en los genomas de perros, gatos y humanos, a medida que envejecen.

Más que un simple truco

El punto de partida es el mismo: humanos y animales no envejecen al mismo ritmo, por lo que la comparación no puede ser lineal. Es decir, no siempre un ‘año perro’ corresponden a siete ‘años humanos’.

La fórmula se basa en el llamado reloj epigenético, un método para determinar la edad de una célula, tejido u organismo basado en una lectura de su epigenética, a las modificaciones químicas como la metilación, que influyen en qué genes están apagados o encendidos sin alterar la propia secuencia genética heredada.

De esta manera y según los investigadores, los veterinarios dispondrían de una herramienta muy útil para diagnosticar y evaluar los tratamientos más oportunos en función de la edad real.

Así, se ha podido establecer un gráfico que muestra que perros y gatos jóvenes envejecen, maduran, más rápido que los humanos. Así, en función de esto, por ejemplo, un perro de un año y en función de la raza, tendría tener entre 16 y 25 años años humano. De hecho, las razas pequeñas, los de menos de 15 kilos, envejecen más rápido en este primer año que las grandes, las de más de 40 kilos.

Entre los 2 y los 4 años este proceso de maduración se ralentiza pero también avanza bastante más rápido que el de los humanos. Por lo que un perro de 4 años tendría entre 36 y los 45 años humanos. Y a partir de los 7 se asemeja más al humano aunque va algo más rápido. Un perro de esta edad, tendría entre 48 y 60 años.

En el caso de los gatos es similar, de crías envejecen más rápido que los humanos y de adultos se frena. El cálculo de edad se asemejaría a la de un perro pequeño. Así, un gato de un años equivaldría a una edad humana de 15 años. Uno de 2 años serían 24, otro de 4 sería un humano adulto de 32 años, mientras que los 7 años de un gato equivaldrían a 44 años de una persona.