La desaparición del móvil, bien por robo bien por pérdida, supone un serio disgusto para el propietario. No solo por el valor que pudiera tener, por ser más o menos nuevo, sino que el aparatito en cuestión se ha convertido en el centro de nuestras actividades. Las fotos, los datos bancarios, diferente claves… Casi todo está ahí.

El teléfono ya no está en nuestro poder. ¿Y ahora qué?

Ante esta posible situación hay que actuar con la divisa “espera lo mejor, preparate para lo peor”. De entrada, actúa de forma preventiva, y si se da el caso, reacciona rápido pero con cabeza y frialdad.

Antes, una buena defensa preventiva activa

Se puede ser cuidadoso, previsor, desconfiado, suspicaz… lo que sea con tal de tomar medias preventivas. No solo por si roban el smartphone, también se puede dejar olvidado y desparecer sin vuelta.

Hay que ser consciente de que además de esas fotos de recuerdo que todos llevamos, de la agenda y de otros documentos de valor sentimental, el móvil también contiene claves, marcadores, acceso a redes sociales, correos, datos personales y privados que dan acceso a toda nuestra vida online. Y que los malos tengan acceso a ella es un grave problema.

La previsión no solo se trata de poner a los ladrones difícil que nos hurten el aparato, sino de que quien se apodere de él tenga complicado, si no imposible, acceder a su información.

1. No dejarlo ni a la vista ni a mano. De primero de móvil. Y eso que ya lo decían nuestras abuela antes de la aparición de esto cacharros: no des opción, mantenlo a resguardo siempre. Vale que hay carteristas muy hábiles, pero tampoco se trata de dejarlo encima de una mesa o asomando por el bolsillo trasero del pantalón por ejemplo. Y cuando te vayas a ir de un sitio, asegúrate de que te lo llevas y no se te olvida. Que te lo olvides no significa que esté cuando vuelvas a por él.

2. Poner control de acceso al móvil. El bloqueo de toda la vida. La contraseña, el pin, el patrón, la huella dactilar, el reconocimiento facial… Hay que usarlo. Confiar en la buena educación de los demás está bien, pero el raterismo no entra en esta categoría de facilitador de la buena convivencia social. Es sabido que se puede forzar una puerta, pero siempre es bueno retrasar todo lo posible ese momento y dar tiempo así a reaccionar para tomar contramedidas.

3. Activar siempre la opción Encontrar mi dispositivo. Aunque siempre se pueden instalar aplicaciones específicas para poder localizar el teléfono en caso de necesidad, en el caso de los que funcionan con Android, estos disponen de una opción Encontrar mi dispositivo que conviene mantener activada. Para ponerlo en marcha hay que ir a Ajustes, buscar y abrir Google. Allí, según la versión encontrarás en el menú directamente la opción Encontrar mi dispositivo o bien primero pasar por Seguridad. Tiene una opción para móvil y otra para web. En ambos casos sirve para localizarlo.

Pero no solo para eso. También te permite acceder y borrar de forma remota todos tus datos, cambiar la contraseña y bloquearlo. Pero para esto necesitas el permiso del administrador de android. Para copmborbar que está todo listo, hay que volver a Ajustes, pinchar en Aplicaciones, llegar a Acceso Especial y por Administradores de dispositivos, donde vuelva a aparecer Encontrar mi dispositivo. Una vez activado podrás realizar de forma remota lo que haga falta.

Por cierto, también debe estar activada Ubicación, de lo contreario, nada.

4. Tener localizado el número IMEI. Si sabes el PIN de la tarjeta de tu teléfono y tiene localizado el PUK por si fallas tres veces con el PIN, no está demás que sepas dónde encontrar el IMEI, que no es otra cosa que el identificador del móvil, su DNI, y que posibilita que no sea revendido. Como lo más normal es que ya te hayas deshecho de la caja del teléfono, que es donde aparece, siempre se puede llamar al teléfono *#06#. Inclúyelo en la denuncia y pasará a la lista negra de móviles robados o desaparecidos que manejan las compañías e impedirán que se conecte a la red.

Detalle importante, no confundir este número de 15 dígitos con el de serie de la terminal (que ya puesto, también se puede tener guardado por si acaso). El IMEI es único en todo el mundo, y el de serie es solo de la compañía fabricante y de ese modelo.

5. Cifrar el contenido. Protección pro para usuarios que manejen información muy confidencial y delicada o para los que son especialmente suspicaces y celosos de su intmidad. Es casi definitva, pero puede dar problemas a su propietario si no se es especialmemte cuidadoso.

Ha ocurrido, ataque defensivo

A pesar de todo el cuidado, el smartphone ha desaparecido. Es hora de poner en marcha la segunda línea de protección y pasar a la acción. Es un momento tenso pero no hay que dejarse llevar por el pánico.

1. Asegurarse de que está desaparecido. Volver sobre nuestros pasos, hacer memoria de dónde se ha usado o se ha visto por última vez, llamar al número por si se oye o si alguien contesta. Entrar en Encontrar mi dispositivo para empezar la localización y obtener todos los datos posibles. Si realmente ha sido robado, los datos vendrán bien para la denuncia.

2. Llamar a la operadora para anular la tarjeta. Bien por teléfono, que es lo más usual, bien por web, contactar con tu operadora para anular la tarjeta SIM. De entrada sirve para impedir que el ladrón use tu teléfono para hacer llamadas libremente. También es el momento de pedir un duplicado para recuperar tu número, tu línea. De esta forma sirve para que no se pueda usar el movil para recibir códigos vía SMS. Ten en cuenta que si usas la terminal para hacer compras por internet, es más que probable que en algún lugar este el número de la tarjeta de crédito y muchas de las contraseñas.

3. Actualizar todas la contraseñas. Piensa en todas las aplicaciones que usas y que la mayoría requieren contraseña. Paciencia y al lío, cámbialas todas. No dudes, no lo dejes. Además puede que haya sesiones de Facebook o Whatsapp o Ebay o cualquier otra abiertas… Cámbialas cuanto antes. Además, en cuanto lo hagas, todas aquellas que pudieran estar abiertas en cualquier otro dispositivo se cerrarán automáticamente.

4. Presentar la correspondiente denuncia. Es el momento de ir al cuartel o comisaría más cercana. En la denuncia hay que incluir el numero IMEI, ese que se guardó cuando compraste la terminal, que también hará falta cuando solicites el bloqueo del aparato. En esta petición tendrás que incluir la denuncia.

5 Borrar y bloquear. El paso definitivo, la eliminación de todos los contenidos. Esta opción se activa desde Encontrar mi dispositivo. Si el usuario valora la seguridad y la intimidad de su contenido por encima de toda otra consideración, puede ser lo primero que haga. Hay dos opciones, Bloquear y BloquearBorrar Es decisión del usuario una opción u otra.

A partir de aquí, adquirir una nueva terminal y, poco a poco, ir restaurando todo el contenido. Si desde el primer momento se ha sido previsor y prudente, las copias de seguridad en la nube podrán ir devolviendo contenidos perdidos.

Y también es momento de volver a las medidas preventivas.