Un grupo de sicarios chinos han terminado en la cárcel por un chapucero intento de asesinato. Debido a una serie de conflictos financieros, el empresario Tan Youhui decidió liquidar a su competidor, por lo que este contrató a un sicario por 2 millones de yuanes (254.000 euros). Lo que no podía esperar el empresario es que el sicario contrató a otro sicario, y este a otro sicario, y el otro contrató a un nuevo sicario Y así hasta cinco sicarios que se subcontrataron unos a otros. Una chapuza que ha hecho que los cinco sicarios y el empresario hayan terminado en la cárcel. El último sicario se quiso librar del encargo y le pidió a la víctima que se hiciera el muerto y así haría unas fotos para mostrar que había cumplido con su deber. Al final, el que tenía que ser la víctima advirtió a la policía.