Amaia y Alfred han roto, era el títular de muchas web dedicadas al mundo del corazón y del cotilleo. También era un rumor que sonaba desde hacía algunas semanas. Según contaba ayer una revista del corazón, la ruptura definitiva se selló en una gala donde ambos estaban invitados, a la que llegaron por separado y en la que él le dijo que le “estaba dejando tirado”. Como testigo, una cámara que recogió el momento. Era un momento privado y parece que se ha aireado de forma pública sin que los protagonistas hayan dicho ni una palabra.
Las redes sociales ardieron ayer con todo tipo de comentarios y los protagonistas de esta historia de amor y ahora de desamor se vieron desbordados por el aluvión de opiniones al respecto. La verdad es que la pareja se había convertido en un referente de la nueva etapa que en 2017 emprendió Operación triunfo. Cursis en ocasiones, divertidos en algunos momentos, llegaron a Eurovisión donde Amaia y Alfred regalaron algunas imágenes pelín empalagosas.
otra pareja rota Pero no son los únicos que han vivido un amor a corto plazo. Aitana Ocaña y Luis Cepeda también se enamoraron en este concurso. Es más, ella rompió la relación con su novio por él. Fuera vivieron sus momentos más tiernos, pero pronto se acabó el flechazo y cada uno se fue por su lado. Ahora a ella se la relaciona con el hijo de Ana Duato, el actor de la serie Élite Miguel Bernabeu, aunque ambos están empeñados en decir que solo son amigos y en no dar tres cuartos al pregonero.
Parece que el amor que surge de Operación triunfo tiene fecha de caducidad y no es un tren de largo recorrido. Como Aitana Ocaña y Luis Cepeda ya han pasado por el universo de los rumores, ahora les toca a Amaia y Alfred lidiar con todo lo que se diga de ellos en las próximas semanas. Aunque algunas fuentes ya han apuntado que ella tiene un nuevo romance.
Amores cantados La convivencia en Operación triunfo ha tenido sus frutos sentimentales. Sin ánimo de hacer un repaso exhaustivo a todas las ediciones de este reality musical y centrándonos en la primera entrega, la madre de todas ellas, nos podemos encontrar con tres parejas. Pero sin duda, hay una que es la más explosiva, la que formaron Bisbal y Chenoa. Desde las primeras emisiones los especialistas en temas del corazón diagnosticaron la química que había entre ellos y las chispas que saltaban cuando estaban juntos. El programa terminó y se confirmó que estaban juntos. Hubo fotografías de escenas tiernas, miradas cómplices y abrazos más besos. Y cuando todo el personal estaba convencido de que eran una pareja sólida, cuasiperfecta, saltaron los rumores de que él estaba con otra y vimos las imágenes de una desconsolada Chenoa en chándal.
En este caso, también volvió a sonar la voz de la Jurado y se les rompió el amor.
Química, chispa o amor Quedan dos parejas más. Siempre se dijo que había habido una relación entre David Bustamente y Gisela, aunque en este caso fueron más discretos que los anteriores y dieron mucho menos que hablar al equipo del programa y los espectadores. Hay pocas imágenes juntos, aunque son muchos los que dicen que la relación entre ambos fue mucho más intensa de lo que ahora quieren reconocer. Se sabe que fueron juntos a la gala de Eurovisión en la que cantó Rosa López, pero poco más.
Las risas, los abrazos y demás se fueron diluyendo con el tiempo y cada uno rehizo su vida al margen del mundo de la canción. La historia sentimental de él ha llenado recientemente páginas y páginas de la prensa rosa tras la separación de Paula Echevarría. La de ella es mucho más discreta y más alejada de los focos. Pero la ruptura de Amaia y Alfred ha vuelto a recolocar las piezas del pasado.
Los quintos Quienes siempre han negado que entre ellos hubo atracción mutua han sido Manu Tenorio y Nuria Fergó. Fotos besándose y miradas intensas, cual folletín de novela, pero según ambos nada de nada. Años después ella declaró en una entrevista: “Mi romance con Manu Tenorio nunca lo hemos confirmado porque no hay nada que confirmar”.
Siempre ha negado que su relación fuera más allá de la química y la complicidad que había cantando en el escenario: “Nunca hubo nada más, eso es lo quería el público. Pero entre nosotros solo existió química a la hora de cantar”, señalaba en 2016. Lo que sí queda claro es que lo que Operación triunfo une, la realidad lo desune. En Twitter se hablaba ayer, entre otras cosas, de “la maldición de OT” en las cosas del querer.