EL Tucson pasa por boxes en el momento oportuno, que es justo antes de necesitar ajustes. Hyundai se adelanta así a los imperativos del calendario para mantener su modelo estrella al borde de la perfección. El protocolario ‘restyling’ redefine algunas facciones del solicitado SUV, además de modernizar tecnologías motrices y de conectividad. Todo ello sin apenas comprometer el precio, lo que comporta que el Tucson gane a la vez capacidad de seducción y de convicción.
Un sirimiri de pequeños cambios, casi imperceptibles por separado, acaba calando en el modelo, que se empapa de un estilo y unos contenidos optimizados. La sutil evolución no altera la percepción del modelo, pero afianza sus muchas cualidades y alimenta su empaque.
Los múltiples retoques estéticos, que mezclan deportividad y elegancia, acentúan el carácter SUV del modelo y lo aproximan un poco más al segmento Premium. El Tucson se pone al día adoptando la característica parrilla hexagonal en cascada, escoltada por nuevos faros con tecnología full LED y sustentada por un paragolpes elevado. Los flancos muestran una línea de cintura ascendente más pronunciada y nuevos dibujos de llantas. La retaguardia rediseña la defensa, la salida de escape doble y la luz de freno.
El habitáculo disfruta, asimismo, de una moderna concepción. Está confeccionado con materiales de superior calidad, que procuran un tacto más agradable. El principal foco de atención del nuevo salpicadero es la pantalla flotante que lo preside, que gestiona los sistemas de audio y navegación; está disponible en tres tamaños (5, 7 y 8 pulgadas). El Tucson ofrece recursos de conectividad avanzados, que permiten compatibilizar funciones de cualquier Smartphone.
De forma opcional, Hyundai propone una pantalla de ocho pulgadas, con navegador integrado, que incluye siete años de suscripción a los servicios de Live. Gracias a ella permite una actualización en tiempo real de la climatología, el tráfico, los radares y búsqueda de puntos de interés. También proporciona información sobre la situación de los parkings y sus tarifas, los precios de combustible, etc. Asimismo, dicha pantalla táctil incorpora un software que genera mapas en tres dimensiones para localizar de manera exacta la posición del coche.
Los progresos del Tucson alcanzan también al capítulo de la protección de personas. La nueva entrega del modelo brinda algunos de los más avanzados sistemas de seguridad activa y de asistencia a la conducción. Los aglutina en el paquete de ‘SmartSense’, que incluye recursos como asistencia a la frenada de emergencia, control activo de cambio involuntario de carril, detector de fatiga del conductor, reconocimiento de señales y gestión del cambio de luces. A este bagaje se suman ahora el sistema de cámaras perimétricas y el control de crucero inteligente con función de parada y arranque.
En el apartado de los motores, el Tucson también presenta significativas innovaciones. Propone cuatro unidades, tres de ellas conocidas pero recién afinadas. Son dos bloques de gasolina, con 132 y 177 caballos, y otro turbodiésel en dos variantes de rendimiento, 115 y 136 caballos. La mecánica más solvente puede asociarse a tracción integral 4WD y caja automática de siete relaciones.
Pero la novedad más destacada de la gama Tucson radica en la incorporación, por primera vez en la marca, de una mecánica Mild Hybrid de 48 V. Este sistema de ‘hibridación suave’ se aplica al motor diésel 2.0 de 185 caballos, asociado a cambio automático de ocho relaciones y a tracción total. Incluye un motor eléctrico concebido para procurar potencia adicional en los momentos en los que se precisa más poder de aceleración. Lo alimenta una batería autorecargable con la energía recuperada en las frenadas. En principio, la contribución de este sistema de Mild Hybrib consigue atenuar hasta en un 7% el consumo y las emisiones; permite homologar 5,7 litros a los cien y 151 g/km de CO2.
La tarifa oficial del nuevo Hyundai Tucson establece una horquilla económica entre 25.415 y 45.265 euros. No obstante, acumulando todos los descuentos aplicables, el desembolso mínimo puede reducirse hasta 19.490 euros.