parís - Las orquídeas más famosas entre las telas de París, las de la maison Léonard Paris, fundada en 1958, competirán ahora con los nuevos estampados que la diseñadora Christine Phung ha creado para la firma y que mostró ayer en la pasarela de la capital gala en un intento de relanzar la marca. Phung, de 39 años, continúa así la ardua tarea que le encomendaron en 2016, buscando el equilibrio entre la tradición de esta casa, famosa por sus estampados florales en seda, y la necesidad de renovarse. A las camisas de coloridas líneas impresionistas que lanzó en octubre, se unen ahora dos nuevos grabados, uno de pequeñas flores y otro de líneas más gráficas. “Me gustaría desarrollar una nueva tipología. Conocemos la maison por sus orquídeas, pero quiero también que la reconozcamos en estos trazos puntillistas para extender el imaginario de la marca”, explicó entre bambalinas. La colección, inspirada en paisajes de Islandia, recrea prendas deportivas en lujosas sedas, que dan forma a chaquetas de esquí ajustadas en la cinturas, anoraks y grandes plumones cargados de detalles gráficos que recrean con sus colores glaciales, por una parte, y tonos otoñales, por otro, los paisajes de la isla. “Son piezas inspiradas en el frío, muy técnicas, con elástico, capuchas...”, describió Phung, que trabajó también largos vestidos de seda plisada, y faldas a media pierna, combinadas con botas altas y confortables jerséis de lana y nailon.
modelos masculinos En su desfile, la británica Stella McCartney acogió a sus invitados en el Palacio Garnier de la Ópera de París, en el que mostró por primera vez sobre la pasarela sus modelos masculinos, de la línea para hombre que creó en 2016. En los ocho estilismos presentados se encuentran muchos puntos en común con los diseños de McCartney para mujer: la sastrería con rayas diplomáticas, las maxi chaquetas en tweed en ese estilo de la marca, entre deportivo y despreocupado. La británica, hija del beatle Paul McCartney, añadió en esta colección un punto bohemio en una mezcla de texturas naturales, como gruesos jerséis de lana y trabajados encajes. La creadora se mantuvo fiel a sus propuestas naturales, con americanas fluidas y pantalones amplísimos bajo vestidos anchos. El traje se redefinió con un pantalón dividido en dos, como si llevara una bermuda por encima, acompañado en accesorios por deportivas y un minibolso en bandolera. Comprometida con una moda sostenible, para este otoño-invierno 2018-2019, la creadora propuso unas nuevas zapatillas, llamadas Loop, elásticas y construidas sin pegamento, sustituido por unos ganchos especiales que permiten la longevidad del producto, según la marca. La propuesta femenina concluyó con una serie de tops y vestidos de encaje, que destacaron sobre ilustraciones gráficas de flores. A falta de confirmación, el portal de referencia de Bussiness of Fashion reveló a finales de enero que la firma de McCartney, que genera entre 150 y 200 millones de dólares, está en conversaciones con el conglomerado Kering, poseedor del 50% de sus acciones, y que querría vender su parte.
En otro simbólico edificio de París, el Teatro Nacional de Chaillot, con vistas a la Torre Eiffel, tuvo lugar la muestra de Agnès B. que en la penúltima jornada de la Semana de la Moda mostró su tradicional estilo en vestidos de seda, trajes en cuadro vichy combinados con botines de tacón bajo y riñoneras”.