TOLOSA se rinde este fin de semana a uno de sus productos estrella, la alubia, con la celebración de una fiesta creada a su alrededor y que incluye un concurso de productores, otro gastronómico y múltiples actos incluidos en las euskal jaiak locales a lo largo del sábado y el domingo.

La localidad, antigua capital de Gipuzkoa y situada a orillas del río Oria, es bien conocida por sus cualidades turísticas y gastronómicas. En este segundo apartado destaca, especialmente, por sus chuletones y sus famosas alubias, conocidas en medio mundo. Precisamente este alimento atraerá a miles de personas amantes de esta legumbre desde mañana al reclamo de múltiples actividades.

La fiesta de la alubia arrancará mañana temprano, antes de salir el sol, con el concurso de productores de la alubia local, en la plaza Triángulo. Las prepararán los cocineros de Tolosaldea Roberto Ruiz (Restaurante Frontón), Felix Belaunzaran (Restaurante Iriarte), Txemari Esteban (Restaurante Botarri) y Peio Deyharzabal (Restaurante Astelena). Después, en el paseo San Francisco, se iniciará el XXV concurso de morcilla.

Además, durante el sábado se celebrará una feria en la plaza y también un concurso de frisón vasco, todo ello salpimentado con trikitilaris, gigantes, bailes y una degustación, a mediodía, de mano de la Cofradía de la Alubia de Tolosa, justo antes de la subasta de un celemín de la alubia que resulte ganadora. Por la tarde habrá kantu jira por las calles, animadas por la txaranga Iraunkorrak. Se pide a vecinos y visitantes que acudan con traje tradicional vasco.

Y el domingo, en la clausura matinal de la fiesta, está previsto el concurso gastronómico de la alubia tolosarra, desde las 8.00 horas, así como una comida popular. A quien le parezca poco el programa festivo, podrá aprovechar el viaje para disfrutar de los numerosos atractivos de la localidad guipuzcoana.

casco Si se dispone de tiempo, hay que pasear por el casco antiguo de Tolosa, compuesto por calles estrechas organizadas de forma paralela y separadas por numerosas plazas. Destaca especialmente la iglesia parroquial de Santa María del siglo XVII, templo del llamado Gótico Vasco, con tres naves de gran altura, bóvedas de crucería y una fachada barroca de gran belleza.

La iglesia y el convento de Santa Clara, el ayuntamiento barroco, los palacios de Idiakez, Atodo, Aramburu y la Diputación, el Archivo Provincial, así como la plaza Euskal Herria (que remite a la Plaza de la Constitución de Donostia) son sólo algunos de los ejemplos del rico patrimonio de la localidad. El visitante se topará durante los paseos con múltiples esculturas al aire libre. Ya fuera del pueblo se erige la ermita de Nuestra Señora de Izaskun en la vecina Ibarra.