Algunos de los parajes más emblemáticos y bellos de la geografía vasca están ligados a la ubicación de santuarios. Es lógico pensar que una cosa llevó a la otra. Allí donde los vascos se citaban por diversos motivos, muchos de ellos ligados a unas creencias que se pierden en el túnel de los tiempos, se ubicaron templos del cristianismo que pretendían recoger ese fervor y encauzarlo hacia su propia religión. Esto ha llevado a que estos puntos hayan sido durante siglos lugar de encuentro para el disfrute y la meditación, y que hoy en día sigan siendo realidades sin las que no se entendería la esencia del pueblo vasco. Ocurre en Urkiola, en Aralar, en Arantzazu... y en una lista interminable de lugares en los que los grandes santuarios son reemplazados por pequeñas ermitas, pero que comparten un mismo espíritu y una misma admiración por parte de los habitantes de este país y de quienes nos visitan.
Y hoy toca hablar de Arantzazu, ya que los lectores de DEIA van a tener la oportunidad de hacerse el domingo, 28 de mayo, por 17,95 euros más el diario, con un libro en el que encontrarán hasta el más mínimo detalle del santuario y su entorno natural.
La obra, editada por Sua Edizioak, lleva por título Arantzazu y parque natural de Aizkorri-Aratz. Historia, arte y excursiones, y ha sido elaborada por cuatro autores: Raúl Esteban (fotografías), Argiñe Areitio, Hektor Ortega y Jesús M. Pérez Azaceta. Se trata de una completa guía de 127 páginas en la que se hace un detallado retrato de la tierra y el cielo que conforman en Arantzazu, tal y como se señala en la presentación del libro, “un paisaje excepcional en el que profundos barrancos serpentean entre bosques y majadas pastoriles bajo la atenta vigilancia de arriscadas cumbres”. Hace ya 500 años que este singular paraje se convirtió en un santuario cristiano que pronto alcanzó gran popularidad en todo el país.
Los franciscanos Atención especial merece en este completo trabajo el santuario, que constituye una verdadera obra de arte arquitectónico gracias a que los franciscanos que regentan esta comunidad religiosa apostaron a mediados del siglo pasado por reinventar su casa y encargar a los principales artistas vascos del momento el diseño de un complejo que rompió moldes.
El libro compila la historia del santuario, su patrimonio natural, cultural y espiritual, así como la riqueza y variedad que atesora el parque natural de Aizkorri-Aratz, al que da majestuosa entrada. La obra también incluye las excursiones imprescindibles para sacar todo el partido al ocio en este pequeño paraíso natural. Todo ello está ilustrado con magníficas fotografías e información de lo más útil, como por ejemplo unos detallados mapas para realizar las rutas que se proponen. Conocer a fondo los rincones de Euskal Herria es un motivo más para amar este país, que ofrece oportunidades de disfrute inigualables.