bilbao - Cuenta Ibon Gaztañazpi que en los núcleos rurales el trabajo comunitario ha sido y es una tradición muy antigua. Desde Euskal Telebista se ha querido recoger el testigo de esta forma de actuar y nace Auzolan. El presentador de ETB también será testigo este domingo del desenlace del remo en la Bandera de La Concha y el próximo de cómo termina la liga de este deporte que durante tres meses ha reunido a miles de aficionados ante el televisor. A lo largo de la entrevista también habla de la escasa visibilidad que tienen los deportes femeninos en los medios o del gusanillo que se le despierta como antiguo remero cuando ve las grandes pruebas; durante dos décadas bogó con la trainera de su pueblo, Orio.
¿Qué es ‘Auzolan’?
-Recuperar el trabajo comunal, una tradición en Euskal Herria. Hemos ido a cinco núcleos, no todos rurales, y en cada uno de ellos hemos realizado un trabajo de recuperación.
Supongo que también se han encontrado con muchas historias.
-Hemos grabado cinco programas y en cada uno de ellos siempre hay una historia que contar alrededor de la restauración o construcción. Pero la enjundia está también en las historias de la gente que participa en estos trabajos.
Dice que es una tradición, ¿de dónde viene?
-De muy atrás, de hace siglos. Es una tradición que se ha mantenido en áreas rurales de todos los Territorios. Puedes encontrar trabajos comunales en el norte de Nafarroa, en el Goierri guipuzcoano, Lea-Artibai, en Iparralde, en Araba... Son grupos de personas, sobre todo en áreas de baserris, que se unen para limpiar o arreglar carreteras, cercar los terrenos para el ganado, restaurar un edificio, repoblar un bosque de hayas que se ha quemado... Queda todavía mucho de esta forma de actuar.
¿Qué pretende el programa que comienza este domingo?
-Recuperar estas tradiciones y ponerlas en alza, enseñarlas también a los espectadores porque muchos desconocen cómo se hacían y cómo se hacen hoy en día.
¿Cómo surgió la idea de hacer este programa?
-Hay un formato muy parecido en Gran Bretaña, un presentador se va a un barrio y se dedica a restaurar casas. Pensamos que aquí se podía hacer algo de ese tipo a través de auzolan. Es la mezcla de dos ideas: de renovar y de los trabajos comunitarios.
¿Había participado usted en algún auzolan?
-Recuerdo cuando entraban los pescadores en Orio y había que recoger las redes y llevarlas a las campas para que las rederas las pudieran coser; las llevábamos nosotros, los chavales. En las hogueras de San Juan solíamos limpiar garajes, en las txarribodas se cortaba la hierba... Son recuerdos de la infancia.
Cambiamos el trabajo comunitario por las regatas.
-Ahí sigo, retransmitiendo las regatas desde junio. El domingo terminan las regatas de La Concha y la temporada acaba el 18 en Portugalete. Han sido tres meses de remo.
¿Cómo ha funcionado el remo en ETB?
-Muy bien, sorprendentemente bien. ETB sigue apostando por la regatas. Lo que estamos viendo es que la audiencia sigue creciendo y sigue acompañando. Euskal Telebista ha hecho una apuesta clara por las regatas y está teniendo una respuesta espectacular, estamos dando unos números de alucinar. El domingo pasado casi llegamos al 30% y seguimos en alza. Es un producto muy televisivo y la cadena lo está haciendo bien.
Mójese, ¿quién va a ganar la regata de La Concha?
-Ja, ja, ja... Está todo en el aire, La Concha y la liga, se la jugarán Hondarribia y Urdaibai, estas dos traineras están marcando una época. Llevan cuatro o cinco años convertidas en los gallos de pelea de la liga.
Veo que se queda en tablas, que no osa pronunciarse.
-No hago apuestas y, mucho menos, sin saber las calles, se sortean una hora y media antes de que comience la regata. Al final, se lo van a jugar como si fuera una tanda de penaltis en un partido de fútbol.
Esta edición las mujeres han entrado más fuertes en La Concha.
-Es la novena edición, ellas hacen su camino. Este año, por primera vez ha habido una segunda tanda, yo era un poco escéptico, pensaba que se iba a rebajar el nivel; pero salió todo de maravilla. El remo está teniendo también su camino en televisión, los datos que están dando las chicas en audiencia son muy buenos. Tiene su punto la regata femenina.
A los medios siempre se nos critica por dar poca cancha al deporte femenino. ¿Está de acuerdo?
-Probablemente tengan razón esas críticas. Pero también podríamos trasladar esa pregunta a otro tipo de deporte. ¿Cuánto se come el fútbol? El 85% o 90% de toda la información...
Ya, pero eso se juega en otro campo porque tampoco el fútbol femenino tiene repercusión.
-Hay deportes minoritarios que no aparecen en todo el año. Es verdad que los medios pasan un poco por encima del deporte femenino.
La única medalla de oro para Euskadi en Río la ha conseguido una mujer, Maialen Chorraut.
-Sí, pero de ella habla todo el mundo ahora, pero hasta que ha ganado esa medalla no se ha hablado tanto. Hay que ver cuánto sacrificio, cuánto trabajo y en los medios ha salido lo justo. Las chicas solo aparecen cuando despuntan a nivel internacional.
Usted ha sido remero de Orio, ¿no le pica el gusanillo cuando ve a los remeros en las regatas?
-Eso es mucho sacrificio, en remo se empieza a entrenar en noviembre. Tienen que estar diez meses al pie del cañón entrenando todos los días. Sí pica un poco, cuando ves en agosto cómo ondean las banderas. Creo que esa página ya la pasé y ahora estamos a otra cosa. Estuve veinte años remando en Orio y durante dos años fui entrenador de la Sotera en Santurtzi.