BILBAO. ¿Recordáis las imágenes del "bebé fumador" de Indonesia que impactaron e indignaron al mundo? Se trataba del pequeño Ardi Rizal, un niño que fumaba unos 40 cigarrillos al día... Fue tal la conmoción que causó su historia que el gobierno indonesio decidió someterle a un tratamiento de desintoxicación.
En este proceso, el niño cambió su hábito de fumar por otro mal "vicio". Abandonó el tabaco para volverse un adicto total a la comida basura y a las latas de leche condesada. Por ello, tuvo que pasar por un nuevo tratamiento, ahora contra la obesidad.
Finalmente y después de ocho años, Ardi Rizal ha conseguido alejarse de estas adicciones y llevar una vida mucho más saludable. Las imágenes hablan por si solas.