SI te paras a pensar, todo se pone a tu favor. La llegada de la primavera este mes de marzo, los días festivos de Semana Santa y el paisaje natural que representa el Principado de Asturias se unen elaborando un coctel de lo más atractivo que te invita a programar una escapada a este paraíso de la naturaleza.
Con una enorme oferta de alojamientos hosteleros y restaurantes que cubre las demandas más exigentes de los turistas, Asturias se ha propuesto además acoger todas las propuestas turísticas existentes en el mercado entre las que destaca hoy en día el ecoturismo. Dicha modalidad, estrechamente relacionada con el turismo de naturaleza, aboga por respetar el medio ambiente y la sostenibilidad, contribuyendo de esta manera con el desarrollo local de la zona y apostando por los recursos naturales con el fin de preservar la geología, la flora y la fauna.
Si bien es una modalidad incipiente en el Estado, en Asturias ha irrumpido con fuerza, motivado principalmente por las características de esta tierra que agrupa todos los ingredientes necesarios para disfrutar del mejor turismo de naturaleza.
La realidad es más que evidente. Asturias acoge seis espacios declarados Reservas de la Biosfera por la Unesco, lo que le convierte en la provincia española que mayor número de Reservas de la Biosfera aporta a la Red Mundial del programa MAB y una de las regiones con mayor densidad de ellas a nivel mundial. La lista la configuran las reservas de Oscos-Eo, Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias, Somiedo, Las Ubiñas-La Mesa, Redes y Picos de Europa.
También cuenta con la primera reserva marina declarada en España (El Cachucho).
Esta extensa lista es un claro ejemplo de los privilegios naturales que esconde Asturias.
Pero en esta tierra no solo destaca su paisaje. Su flora y fauna es otro de los estandartes de valor del Principado. Desde fauna pretérita (Icnitas de Dinosaurios) hasta la fauna ibérica más emblemática, como el Oso Pardo Cantábrico, el Lobo Ibérico, el Urogallo Cantábrico, el Quebrantahuesos, la Nutria, el Águila Real, el Treparriscos, el Ciervo, el Rebeco Cantábrico, etc. y una flora sin parangón comandada por bosques como el de Muniellos, el mayor y mejor robledal de la península Ibérica y una de las manchas forestales más importantes de Europa dan buena fe de ello.
Por su parte, el mapa forestal de Asturias destaca por el predominio del haya, donde los tejos y los acebos alcanzan portes insospechados y en el que la presencia de encinas y alcornoques recuerdan las ligeras influencias continentales.
Además, se puede hablar de una tierra pródiga en especies bioindicadoras que denotan la buena salud ambiental que espera al ecoturista. Nutrias, salmones o el pequeño sesmán ibérico son un vivo reflejo de la calidad de sus aguas dulces, pero además en el mar asturiano se pueden encontrar también tortugas marinas y 25 especies de cetáceos.
Por último, en los bosques asturianos, los líquenes crecen por doquier, símbolo de la pureza del aire, mientras osos y lobos campan entre abundantes ungulados.