NO llores, vuela es una conmovedora historia sobre la búsqueda de la esperanza. Un viaje de una madre que quiere volar y de un hijo que busca respuestas. Nana Kunning (Jennifer Connelly) es una artista y renombrada sanadora. Una joven periodista (Mélanie Laurent) localiza a su hijo Ivan (Cillian Murphy) veinte años después de que Nana lo abandone, y pone en marcha un encuentro entre los dos en el lugar mas lejano de la tierra, que cuestiona el significado de sus propias vidas, y los fuerza a contemplar la vida en su espectro más amplio, a pesar de la distancia entre ellos y las incertidumbres que desarreglan sus caminos.

El largometraje es la tercera película de la peruana Claudia Llosa. La directora se dio a conocer entre el público de todo el mundo cuando dirigió la coproducción hispano-peruana Madeinusa. En 2009 fue ganadora de un Oso de Oro en el Festival Internacional de Cine de Berlín y estuvo nominada al Oscar por su película La teta asustada (2009), de la que fue directora, además de guionista y productora.

No llores, vuela se presentó en el Festival de Berlín y fue escogida para la apertura del Festival de Málaga. Cuenta con un reparto internacional, encabezado por Jennifer Connelly (Diamantes de sangre, Una mente maravillosa), Cillian Murphy (In Time, Batman, Origen) y Melanie Laurent (Malditos Bastardos).

La película es una producción española de José María Morales (Wanda Visión), que ya estuvo presente en otros trabajos de Llosa, e Ibon Cormenzana (Arcadia), en asociación con el estadounidense Mark Johnson, productor de Rain Man (Oscar en 1988), Bugsy (nominada al Oscar), la saga de Crónicas de Narnia (2005, 2008 y 2010) y de la exitosa Breaking bad.

Se trata del debut en lengua inglesa de Llosa, y para la versión en ese idioma se ha elegido el título Aloft, una palabra sugerente que significa suspendido en el aire, como la película, que arranca de la tierra y queda luego suspendida en el cielo, al igual que el vuelo del halcón.

El filme de Claudia Llosa indaga en la relación del ser humano con lo sagrado, habla de la fuerza incontrolable del amor, de la posibilidad de perdonar, del cuestionamiento acerca de la fe y el destino del ser humano, así como de la difícil tarea de creer en uno mismo.