El dinero sacado por contar su vida permite a Mamadou volver a Senegal
El dinero sacado por contar su vida permite a Mamadou volver a Senegal
El sueño de Mamadou Dia, un senegalés que llegó a Canarias en un cayuco, era encontrarse El Dorado, que es como se ve Europa desde las televisiones africanas. Ocho años después, con su aprendizaje y los ingresos obtenidos por la venta de un libro que narra la experiencia, podrá regresar a su lugar de origen y centrarse allí en una pequeña granja con la que anhela contribuir al desarrollo de su pueblo.
Con 22 años, Mamadou se atrevió, junto con dos de sus hermanos que también viven actualmente en el Estado español, a jugarse la vida en el mar al hacer frente a los 3.000 kilómetros que separan Dakar de Murcia, donde recaló. Antes de embarcar prometió a sus amigos que escribiría un libro sobre la travesía, una obra presentada en 2012 que se agotó y que ahora Mamadou ha reeditado a través del micromecenazgo. 3.052, persiguiendo un sueño, que ayer fue presentada en la biblioteca Ánxel Casal de Santiago y que también llevará a Ferrol y A Coruña, desvela las penurias que este joven vivió en medio del mar durante ocho días y también su no menos difícil llegada a una tierra extraña.
En aquel viaje de 2006, llegó en mayo inicialmente a La Gomera, fue llevado a un Centro de Internamiento de Extranjeros y después en Murcia vivió siete años y se integró en la sociedad española. Mamadou insiste, en un perfecto castellano, en que desde su país "todo lo que te llega de la imagen de Europa está relacionado con El Dorado, el mundo desarrollado y perfecto, pero cuando llegas aquí te enfrentas con la realidad, que es totalmente diferente".
"sobrevivir, un milagro" Un inmigrante ha de esperar, explica, tres años para conseguir "los papeles", por lo que no puede acceder a un contrato de trabajo o alquilar una casa. "Vamos: un milagro, sobrevivir ese tiempo en este país". Mamadou Dia, vinculado ahora a una ONG, asegura sentir "mucho dolor" al ver las imágenes de africanos intentando llegar al Estado español, arriesgando su vida al creer que encontrarán lo que les ha "vendido" la televisión, cuando luego al pisar tierra ven la verdadera realidad.
Ahora, Mamadou Dia está "en proceso de volver" a Senegal porque tras el "aprendizaje y la decepción", se dio cuenta de que forma parte de la "fuerza de África" y ansía regresar porque "nuestro futuro está allí". Esto mismo, una participación activa por el desarrollo, es lo que recomienda a los jóvenes africanos que quieren dejar sus respectivos países. Desde el año pasado, y con la recaudación del libro, Mamadou Dia ha montado una pequeña granja de pollos en su pueblo, en el norte de Senegal. Está trabajando en proyectos de agricultura y acuicultura y tratando de apoyar el desarrollo sostenible de la zona.