Tener el médico más cercano a 400 kilómetros es un problema; pero si esa distancia es en vertical, es decir, la que hay desde la Tierra a la Estación Espacial Internacional (ISS), se trata ya de un gran problema. Por ello, la NASA ha comenzado el entrenamiento para que el robot humanoide conocido como Robonaut 2 (R2) comience a ejercer como médico de urgencias en esas instalaciones espaciales. La intención de la agencia espacial estadounidense es que este robonauta pueda seguir las instrucciones de los especialistas para ayudar a enfermos y heridos.
R2, que ha costado 2,5 millones de dólares, está diseñado para trabajar junto a los astronautas e incluso para hacerse cargo de algunas de sus tareas más tediosas dentro y fuera de la ISS. Pero, además, la NASA quiere que el robot se ocupe también de la salud de los tripulantes del módulo espacial.
El equipo que se encarga de la misión trabaja con una réplica del robot en la Tierra a la que, esta semana, han puesto a prueba. Los expertos han practicado -con el doble de R2 y un maniquí- cómo poner una inyección y cómo realizar una ecografía. Dos tareas que el diseño del humanoide le permite hacer. "Está aprendiendo muy rápido", ha indicado el responsable de este proyecto, Zsolt Garami, en declaraciones recogidas por Europa Press.
Lejos de hospitales, los astronautas que viven actualmente en la ISS pasan en el espacio periodos de alrededor de seis meses y todos ellos están entrenados para realizar intervenciones de cirugía básica y tienen nociones de procedimientos médicos básicos en caso de emergencia. Sin embargo, R2 está equipado con un cámara, lo que permite que la tripulación esté controlada desde la Tierra por médicos expertos. Hasta ahora, las pruebas con Robonaut 2 han demostrado que puede realizar tareas "correcta y eficientemente", según la NASA. Además, el equipo de la misión apunta que será capaz de aprender a hacer algunas tareas por sí mismo. Para ello, R2, que desde que fuera enviado al espacio en 2011 es un torso con cabeza y brazos, recibirá sus piernas a lo largo de este año.
Los expertos también han destacado que las habilidades de telemedicina llevadas a cabo con Robonaut 2 podrían ser útiles en la Tierra, permitiendo a los médicos llevar a cabo procedimientos complejos en seres humanos en lugares remotos.
ADN en el polvo espacial Por otra parte, un trabajo elaborado por científicos de la NASA ha determinado que el polvo espacial contiene dos componentes esenciales para la vida en la Tierra tal y como se conoce. Concretamente, los investigadores han descubierto componentes de ADN y de aminoácidos en una pizca de una roca espacial que cayó hace años en Australia. Para los expertos, este estudio da más credibilidad a la idea de que la vida llegó desde fuera de la Tierra. Estudios anteriores realizados a este meteorito descubrieron materia orgánica, pero las muestras examinadas entonces eran mucho más grandes, ahora se ha realizado el análisis a trozos realmente pequeños.