Mariló Montero ha demostrado otra vez su escaso respeto por los temas judiciales, al bromear sobre el caso del cura de Borja, imputado de apropiación de unos 210.000 y de abusos sexuales, con que podría tratarse de “una estrategia de promoción” del pueblo por Navidad.
El propio Fernando Ónega le ha tenido que dar un toque de atención a la presentadora aludiendo a lo descabellado de su suposición.