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"Soy muy meticulosa con la estética del programa, me gusta que todo cuadre"

"Soy muy meticulosa con la estética del programa, me gusta que todo cuadre"Oskar Martínez

bilbao. La tarde en Euskadi de Onda Vasca está en su cuarta temporada y atraviesa por un buen momento de madurez. Begoña y todos los que hacen el programa están muy satisfechos con los resultados pero no cejan en su empeño de ver nuevas ventanas que abrir al oyente. Se siente cómoda en su programa y confiesa que está en una franja que le permite disfrutar de las historias que se cuentan a través de su programa.

¿Qué ha supuesto la tarde de radio para usted?

La verdad es que ahora no hay quien me saque de la tarde. Esta franja me supuesto un cambio de vida radical. Trabajar por la mañana es madrugar, es estar hasta tarde en la radio y tener menos espacio para poder hacer otras cosas.

¿Qué otras cosas hace por la mañana?

Me gusta mucho hacer deporte y estar en forma. Antes podía hacerlo, pero no de la misma manera. Hay dos factores importantes en el horario que tengo: no me obliga a venir hasta las dos de la tarde, puedo hacer todo lo que me gusta por la mañana y tengo smartphone?

Los móviles atan mucho.

Sí, pero dan la ventaja de poder trabajar desde cualquier sitio; no quiere decir que trabaje a partir de las dos de la tarde, desde primera hora estoy conectada con mis compañeros, ellos están en la radio y para mí el smartphone es la vida, me tiene enganchada al trabajo pero al mismo tiempo me da la libertad de movimiento y el poder hacer las cosas donde quiero. Antes de salir a hacer mis carreras y mis cosas ya he hablado con mis compañeros y estamos siempre conectados. Es fundamental en mi vida el smartphone y tener ese tiempo que me permite descargar parte de la energía que tengo.

¿Demasiada energía?

Sí, y si no la descargo machacaría a mis compañeros. El deporte es una forma de vida que cambia incluso la forma de relacionarte con los demás. Tiene unos valores impresionantes. Sobre todo correr, es un deporte de soledad, yo entreno sola. También me sirve para desconectar, durante el día yo hablo con muchísima gente. Por el programa pasan treinta personas cada día y con esas personas hablas durante el tiempo de radio y previamente, respondes a muchas correos y estás siempre hablando con gente?

¿Le gusta el silencio?

No es que no me guste hablar, pero ese momento en el que estás sola contigo misma y haciendo lo que te gusta es muy importante para mí. Aunque vaya a correr durante mucho tiempo, no llevo nunca el teléfono móvil, quiero estar a lo que estoy. Es un tiempo que me permite olvidarme, ordenar mi cabeza, ordenar mis ideas y luego vuelvo y me engancho a la rutina diaria. Correr me da ese momento de soledad, ese momento para mí, estoy yo conmigo misma y no hay más.

¿Siempre ha sido tan deportista o se ha intensificado en los últimos años?

Siempre me ha gustado hacer deporte; he jugado a baloncesto, he hecho muchas cosas: aeróbic, spinning... he hecho un poco de todo. Lo de correr se intensificó con el programa. Pusimos en marcha una sección, Correr no es de cobardes. Tenía que haber un conejillo de Indias que demostrara que una persona que no corría pudiera correr por lo menos una media maratón, y eso lo hicimos la temporada pasada.

Y usted se apuntó como conejillo de Indias, ¿no?

Sí, el que hace la sección es Iker Martín. Él ponía los entretenimientos, la disciplina, el trabajo y yo lo iba haciendo. Llegó el momento que habíamos fijado para hacer la primera media maratón, la hicimos y conseguimos el primer objetivo.

¿Y ahora?

Ya sabes que en Onda Vasca no somos como de quedarnos a medias, una vez que acabamos ese objetivo, sabía que el reto de esta temporada era hacer una maratón completa. Seguimos con Iker en el espacio hablando de carreras, de maratones, pasan por La tarde en Euskadi muchos invitados que hacen deporte de una manera u otra.

¿Dónde estará su próxima meta?

En Barcelona, allí haremos la maratón.

Así que la radio no solo le da el placer de un trabajo que le gusta, también le ha ofrecido ver sus posibilidades como corredora.

Un poco sí que ha sido por la radio, corría antes pero no de una manera disciplinada. Ahora al marcarme un reto y tener un objetivo que conseguir tengo que agradecer a la radio que me ha dado disciplina y ganas para hacer esto. La verdad es que la radio es una parte importantísima de mi vida, creo que no podría vivir sin la radio. Pero no solo por lo que supone a nivel profesional, es una de mis grandes pasiones y me aporta muchísimas cosas en muchos terrenos; en el solidario, estoy en muchas organizaciones con la que participo y colaboro.

¿Su vida gira en torno a la radio?

Muchas veces sí. Pero todo es un conjunto en mi vida.

¿Qué es lo que más le gusta de la radio?

Saber que al otro lado hay alguien y que yo le estoy comunicando y que estoy llegando a esa persona a través de lo que digo y de la forma en que lo digo; procuro ser cuidadosa con lo que hablo y con el tono que le pongo, no todos los temas son iguales: unos requieren más energía, otros requieren más tranquilidad, otros más cercanía? El juego que estableces con una persona a la que no conoces, el oyente, te obliga a ir cambiando. Conseguir enganchar a esa persona que escucha con cada entrevista que hago, con cada tema del que hablo, es como un juego, es ejercicio mental extraordinario.

¿Es puntillosa y meticulosa?

Mucho, soy muy meticulosa con la estética, que todo vaya enlazado, que vaya cuadrado, que cuando una música tenga que entrar entre. Para todo eso necesito la complicidad que tengo con los técnicos, sin ellos todo esto no se podría hacer. Soy también un poco puntillosa; mis compañeros de equipo te dirán que sí, especialmente los técnicos. Me gusta que todo cuadre, que nada desentone, que todo el engranaje vaya perfecto. Reconozco que cuando algo falla se me cambia el gesto y es que soy muy expresiva, me conocen de sobra y saben lo que significan mis gestos. Tengo que reconocer que tengo un equipo impresionante, los técnicos, Jon Martija y Alfredo Irasuegui son dos máquinas, sin ellos no podría estar.

Es muy apasionada, ¿no?

La verdad es que todo lo que hago me parece tan maravilloso que me apasiono enseguida, no quiero decir con esto que yo haga cosas maravillosas. En lo que yo decido que voy a invertir energía es algo que me parece que merece la pena y cuando merece la pena hay que hacerlo con todas las ganas del mundo y eso se traduce muchas veces, en ponerle mucha pasión a la cosas. Soy así en todos los ámbitos de mi vida. Tengo mucha energía y la tengo que sacar.

¿No se agota?

No suelo agotarme, no llego a casa derrotada, qué va; siempre me queda algo para hacer. Tengo energía para dar y regalar.