Bilbao. Le encantan el dibujo y el diseño, pero se decantó por el Periodismo porque siempre le había gustado contar cosas. "No pinchaba una naranja en un lápiz para entrevistar a mi abuelo, como dicen otros. Yo iba a estudiar Bellas Artes, pero en el último momento lo pensé mejor".

No es nuevo al frente de 'Espejo Público'. Ya se quedó de guardia el verano pasado, en Navidad y en Semana Santa. ¿Afronta estas próximas semanas con tranquilidad?

Bueno, me están saliendo muchas canas en este programa (se ríe). Es verdad que no soy un novatillo. Llevo trece años en televisión, pero yo siempre me acuerdo del chaval que estuvo en España Directo. Aunque en Espejo Público solo he estado uno, he aprendido muchísimo.

Esta vez tiene un rival nuevo: los Juegos Olímpicos. ¿Han influido en la planificación?

Si tuviéramos que competir contra eso tendría que salir yo en tirantes y con una jabalina, ja, ja, ja. Ya en serio, sí es cierto que es un handicap más, porque tienen su público asegurado, pero nuestro programa no va a cambiar nada por ese motivo: seguirán el ring político, la sección de actualidad y sucesos, la última parte de alfombra roja... Haremos cositas nuevas, más frescas, pero el esqueleto será el mismo. Lo único que cambia un poco este mes son las caras.

Y a usted le vuelven a cambiar de compañera, en esta ocasión es una antigua conocida. ¿Ya hay química?

Sí, tengo buena relación. Coincidimos en España Directo y hemos mantenido el contacto. Cuando supe que era Sandra la que estaría conmigo, me dio mucha tranquilidad.

Los que se quedan de guardia pueden estar tranquilos porque sequía informativa no va a haber...

Para un periodista siempre es bueno que haya noticias, aunque no son las mejores que se podrían dar. No va a ser un verano al uso, de playa e incendios. Por eso hemos dejado abierto el ring político, porque hay mucha actualidad económica. No nos vamos a aburrir.

Con la crisis, el consumo televisivo no para de subir. ¿Eso da más responsabilidad a la gente de la tele, aunque sea la de entretener a los espectadores?

Tenemos que aprender a hacer más feliz a la audiencia. Es cierto que la actualidad viene mala, pero este verano nuestro programa se va a empeñar en tratar de sacar una sonrisa.

Este año 'Espejo Público' ha tenido dos entrevistas que han dado mucho que hablar, la de José María Ruiz Mateos y la de Isabel Pantoja. ¿Qué le han parecido?

Me pareció la Pantoja más sincera que he visto en muchos años. Llegó a compararse con la infanta, dio grandísimos titulares. En cuanto a Ruiz Mateos, yo nunca había visto a Susanna tan tensa y aun así guardando la compostura. Ella misma dice que fue una de las entrevistas más difíciles de su carrera, que ya es decir. Creo que Ruiz Mateos se ha convertido en un espectador fiel del programa porque cada dos por tres nos llama un hijo suyo o, como hace poco, nos manda una estatuilla de la Virgen del Racimo.

A usted muchos espectadores le recuerdan como el reportero de 'España Directo' que se metía en todas las cocinas y levantaba las tapas de las cazuelas...

La verdad es que echo de menos la calle. Es cierto que después de tres años mucha gente me recuerda todavía por eso y me hace los circulitos famosos que yo hacía cuando probaba una receta.

¿Se ha adaptado rápido al plató?

La primera vez, que fue con Gloria Serra, ella misma estuvo a punto de atarme las manos porque las movía demasiado. Parecía un teleñeco. He ido aprendiendo, pero al principio el plató se me quedaba pequeño. Me quería salir por detrás de las cámaras (se ríe). Me costó. De vez en cuando salgo para conexiones especiales, este mismo año lo he hecho con el caso de los niños de Córdoba y con el de Marta del Castillo.

Como ya no visita tantas cocinas, ¿ha adelgazado?

Pues me he puesto a dieta porque como en el plató estoy más tranquilo, hubo un momento en que engordé siete kilos. Me decían que la cámara engorda. No, ¡la cámara y yo! Ahora salgo a correr todos los días, me cuido más comiendo y estoy mejor.

¡Anda que dejar de comer en todos los programas y empezar a engordar...!

Mucha gente no lo entiende. Entonces viajaba tanto, tenía tanto estrés, que no engordaba. Ahora que me cocino yo y como más tranquilo, engordo.

¿Cuántos años estuvo en 'España Directo'?

Cinco. Para mí fue un máster en Periodismo. Guardo un gratísimo recuerdo, fueron los años más divertidos de mi carrera y gracias a ellos tengo amigos por toda España.

¿Entonces es verdad que aprendió a cocinar y no solo ha recopilado recetas para dos libros?

Sí, sí, sí. Aprendí bastante, aunque uno no se da cuenta hasta que no se pone solo delante del toro. Sobre todo se me dan muy bien los arroces y algunas salsas. Me gusta la cocina y me relaja, mi madre puede dar fe de ello.

Además, Antena 3 ha confiado en usted para reportajes sobre grandes series como 'Hispania' y 'Downton Abbey'...

Y otro más que está terminado, el de El tiempo entre costuras, que no se ha emitido porque la serie no se ha estrenado. Para mí ha sido muy interesante porque nunca había ido a Tánger ni a Tetuán y estuve allí con María Dueñas -la escritora de la novela-, con Adriana Ugarte y con todo el reparto. Son trabajos bonitos, documentales que cuentan qué parte de verdad hay en esas series de ficción y que las realzan.

¿Susanna Griso se fue tranquila de vacaciones? ¿Más que el año pasado?

(Se ríe). Pues no sé, pero tenía más ganas que nunca. Esta temporada ha sido dura y estaba agotada. Creo que confía en nosotros y dice que deja el cortijo a buen recaudo.