LOS interminables sermones de los gurús de la economía sobre la trascendencia y el alcance a futuro de innovar para empezar a sacar la patita del fango abonado por la crisis financiera no siempre caen en saco roto. Un ejemplo, vasco para más señas, es el trabajo desarrollado por Fernando Calvo, Alejandro López, Gorka Rodríguez y Álvaro Marcos desde su particular garaje a caballo entre Getxo, Madrid y Australia en el que han dado vida a una alternativa bien creíble a la multiplatafórmica herramienta de mensajería instantánea WhatsApp.
Su propuesta, que ya ha sido descargada en apenas cuatro semanas en más de quince mil ocasiones desde el bazar de Android, introduce importantes funcionalidades tal y como indica Calvo a DEIA. La principal es el contenido social. "Estábamos los amigos tomando unas cañas y empezamos a hablar de que faltaba el aspecto social. Empezamos a darle vueltas...", relata. Del nacimiento de esta idea hace poco más de un año. Al principio, la trabajaron a tiempo parcial, "cuando salíamos de nuestros trabajos, por la noche, íbamos dándole".
Y así hasta que hace unos cuatro meses se decidieron a dar el triple salto y abandonaron sus respectivos trabajos para meter más horas a este proyecto que va camino de convertirse en un auténtico fenómeno de masas. Por el momento, ya están trabajando en abrir su mercado a la AppStore, aunque prefiere no adelantar una fecha aproximada para este lanzamiento. "Estamos trabajando muy duro en ello", resume Calvo, sorprendido por la rápida propagación de su creación.
"Estamos con los pies en el suelo, esforzándonos. Pero acabamos de empezar... Hablar de alternativa puede que sea demasiado exagerado porque WhatsApp creo que tiene mil millones de descargas... Ojalá fuéramos competencia, pero preferimos estar con los pies en el suelo", insiste el cofundador de SpotBros. No obstante, las credenciales de esta aplicación imaginada y concebida por este grupo de jóvenes (todos tienen menos de 30 años y formación universitaria, varios de ellos en la Universidad de Deusto) están conquistando cada día a más y más personas.
Uno de los pilares sobre los que han empezado a construir su emporio es la seguridad y la privacidad de los usuarios y de sus contenidos. Tal y como ilustra Calvo, "en SpotBros todas las conversaciones van cifradas en AES 256 bits, el que utiliza el Gobierno de Estados Unidos para sus top secrets; además, la información que se comparte se borra de los servidores pasados 30 días. Todo funciona por relaciones de amistad por lo que, al contrario que en WhatsApp, nadie podrá escribirte en privado por el mero hecho de tener tu número. Únicamente seréis contactos si los dos tenéis los números de cada uno en la agenda del móvil y luego incluso puedes bloquear o borrar contactos si quieres... Y si no es así, antes de poder escribirte en privado tendrás que aceptar su solicitud de amistad, o él la que tú le envíes. Evitamos con esto el spam [correo basura]".
Además de esto, han sido capaces de generar nuevos espacios virtuales de comunicación social, en este caso, sin necesidad de tenerlos en tu agenda. Es ahí donde aparecen los shouts [gritos] y los spots [anuncios], auténticos revolucionarios de la forma hasta ahora conocida de entender la mensajería instantánea y chats ya que valorizan el aspecto de comunidad social. "Lo importante es interactuar y luego, si la relación es satisfactoria, es posible, haciendo esas peticiones de amistad, acceder a esa comunicación bidireccional más privada".
El otro día, por ejemplo, alguien lanzó desde su teléfono un shout para advertir que en Andra Mari había vándalos rompiendo lunas de coches y otros usuarios hicieron reshouts haciendo que esa información llegara a muchísimas personas. Además, en estas comunicaciones se pueden agregar fotografías y, como avanza Calvo, en breve vídeos. "Un grito generado en Bilbao puede llegar a Madrid si los spotbrothers hacen reshout. Ojalá eso llegué algún día", confiaba este joven vasco.