"Embargué 'Imperioso' a Jesús Gil porque se declaró insolvente"
Bilbao. Cuesta verle de traje y corbata. Y, sin embargo, Urizar Azpitarte es hoy un empresario de éxito y, en estos días, alcalde en funciones de Sukarrieta. "El titular está de baja y me han sacado de suplente... ¡qué le voy a hacer!". Aun con todo, uno cierra los ojos y le ve de acá para allá, con el difícil cometido de ser juez sin parte del fútbol. Ha sido árbitro internacional de fútbol y el hombre que más veces, quince, ha pitado un Real Madrid-Barcelona o viceversa.
¡Cómo de sucia acabaría su madre!
Ja, ja, ja. Aunque no se lo crea, esa pregunta se la hicieron a ella.
¿Y qué contestó?
Que se duchaba todos los domingos de que yo pitaba de tanto como se habían ca... en ella.
Y eso que usted estaba en la élite: ni más ni menos que la plusmarca de los Real Madrid-Barcelona... ¿Tan duros resultan?
El primer Barça-Madrid que pité, antes de saltar al campo, fui al servicio 10 o 12 veces... ¡para nada!
¿Y la cagó?
Ja, ja, ja. No. Pero los jugadores saben que eres primerizo y se intentan aprovechar. Es un partido con todos los ingredientes antes, durante y después del encuentro; un partido con más trascendencia que la final de la Champions.
¿Se hace callo?
Al sexto partido incluso consuelas a alguno. Salen sobreexcitados.
¿Hablar con los futbolistas o dejarles a sus anchas?
Hablar, hablar... ¡A sus anchas nunca! Yo creo más en el espíritu de la ley que en la ley, pero el jugador tiene que saber que le has visto y lo has dejado correr.
¿Quién era el ángel y quién el diablo de aquellos duelos?
Dentro del campo, Hugo Sánchez no respetaba a nadie. Era antideportivo y, si podía, te la jugaba. En el lado contrario, Julio Alberto.
¡No me diga!
Sí, sí. Era muy caliente y explosivo pero le veías venir y era receptivo. Tú le gritabas ¡Julio Alberto, qué haces! y le frenabas ese ímpetu.
¿Hay tentación de dar respuesta?
Un día un tipo no paraba. Todo el rato con el hijo puta en la boca. Hasta que pasé corriendo por esa banda y no me resistí. Le pregunté ¿qué tal, hermano? No vea el descojono que se montó a su alrededor.
¿Algún jugador que le haya desconcertado?
Partido de Tercera División. Un futbolista se acerca y me dice: ¡árbitro, cuidado con el perro!. Sigue el juego y vuelve, ¡árbitro, cuidado con el perro!. Así, cinco o seis veces.
¡Venga el desenlace!
Me acerqué al acabar y le pregunté qué quería decir con lo del perro. Le di mi palabra de que no iba a reflejar nada, que solo es curiosidad. Va el tío y me dice: nunca se ha visto un ciego sin perro. Ja, ja, ja. Me quedé boquiabierto.
Imagino. ¿Cuándo supo que no jugaría en el Athletic?
Fui futbolista del Juventus e hice pruebas para el Athletic, pero no me cogieron. Luego me enamoré tanto de la profesión que se me pasó rápido la frustración. ¡Y del Athletic, por supuesto! Cuando fui directivo cumplí un viejo sueño.
¿Son el toro que mató a Manolete?
Eso es verdad. Cuando un equipo va bien, no pasa nada, pero en cuanto algo se tuerce, nos convertimos en muñecos de pimpampum.
Y están en boca de todos
¿Ha escuchado al presidente del Valencia...? ¡Cómo vas a dejar de pitar algo a propósito! Algunos presidentes estarían mejor callados.
¿Tanto peligro tiene lo que se dice fuera de un campo?
Y dentro. El fútbol es pasión. Y un deporte que ha de controlarse porque lo siguen millones de personas. Por cierto, hay algo que me tiene orgulloso estos días.
¿Qué?
Varios compañeros me han comentado que nunca habían visto a un equipo y a un entrenador comportarse como lo hacen el Athletic y Bielsa. El entrenador es quien marca el estilo de ese otro fútbol.
Así que Mourinho...
Sin comentarios. Ya lo ve usted.
Usted montó Reprise, una empresa con delegaciones en 47 ciudades españolas... ¿No tenía miedo que le identificase algún cliente forofo?
Me pasó algo curioso. Un presidente de Osasuna trabajaba en Caja Navarra. Yo estaba a punto de firmar un acuerdo con esa entidad y pité en Pamplona. Al acabar el partido me dijo que le daba nosequé firmar por cómo había estado. Me sentó tan mal que le dije ¡déjelo! Y no firme.
Tuvo rifirrafes con algún presidente
Y me querellé con más de uno. Con Jesús Gil, por ejemplo. Me acusó de coaccionar a un compañero en su contra. Y Josu Urrutia, ese día, hace una mano en el área que el árbitro no ve. A la semana siguiente yo arbitraba en el Calderón...
¿¿¿Y???
Dijo por megafonía que venía a atracarles.
¿Cómo acabó aquello?
Fuimos a juicio y gané. Me tenía que pagar 2,5 millones de pesetas... ¡Y se declaró insolvente!
¿Qué hizo entonces?
Embargué a Imperioso, el caballo, ¿se acuerda? Pero eso tuvo un corto recorrido. Ni siquiera el caballo estaba a su nombre... ¡Era de otro! Al cabo, lo solucioné con el hijo.
Y aquella historia con Roca Junyet...
¿El político catalán? Me dijo que había insultado a Catalunya entera con mi arbitraje. Iba a querellarme.
Pero...
Arzalluz me dijo que llamaría para disculparse.
¿Le llamó?
Sí. Era nacionalista, como yo. Entre bomberos no nos pisamos la manguera.
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