Bilbao. Llegó a las motos sin esperarlo y ha sido el comentarista de las últimas cinco temporadas. En 2007 era solo un aficionado pero ahora parece una enciclopedia y le da pena que todos esos datos que ha acumulado en el disco duro se pierdan. No sabe qué le espera en 2012, aunque cuenta con ir a los que serán sus sextos Juegos Olímpicos. "Haber comentado los Mundiales de motociclismo ha sido un auténtico privilegio y un placer", asegura con un leve deje de nostalgia.
De los 28 años en los que TVE ha retransmitido motociclismo, ¿cuántos ha estado usted en el equipo?
Cinco. Cuando me llamaron en enero de 2007 estaba haciendo atletismo. Tuve un mes desde que me lo dijeron para preparar los test IRTA (la pretemporada).
¿Ya era aficionado a las motos?
He sido siempre gran consumidor de todos los deportes. TVE empezó con las motos cuando yo hice la mili. Me acuerdo de que en 1985 los fines de semana que estaba arrestado y me tenía que quedar en el cuartel íbamos a la cantina de la base de Gando y veíamos las carreras. Era una válvula de escape y me aficioné. Desde entonces era espectador de las motos, pero nada especializado, sin pensar nunca que me iba a dedicar a ello.
¿Qué le costó más: coger entonces las motos o dejarlas ahora?
Ni cuando lo cogí ni ahora ha dependido de mí. Cogerlo me costó mucho, me dio vértigo, y dejarlo me ha dolido porque ya me había acostumbrado, tengo el conocimiento de los pilotos, de los circuitos, de las situaciones... ¡Ojalá pudiera tener un chip en la cabeza para descargar los datos en una base y pasársela a alguien porque se van a perder!
¿Ha pasado ya la fase de duelo?
No me ha dado mucho tiempo porque después del Mundial vino el Campeonato de España. En diciembre tengo vacaciones y cuando vuelva en enero me daré más cuenta y notaré el vacío, aunque en 2012 hay Juegos Olímpicos y en principio sé que cuentan conmigo.
¿Cuál será su cometido a partir de ahora?
Supongo que lo sabré en enero, aunque ahora seguro que hay cambios y a ver qué modelo de televisión pública plantea el nuevo Gobierno. Hay pendientes cambios mucho más importantes que el mío.
Se ocupó antes de otros muchos deportes. ¿Las motos han sido sus años más felices?
La verdad que sí, han sido años muy plenos. Cuando empecé ya llevaba 19 años en la tele, en Teledeporte o en La 2, pero muchos espectadores me descubrieron entonces. Fue como el salto a las grandes ligas como comentarista principal de un proyecto estratégico para la empresa. Pero tampoco me gustaría que la gente pensara que no me lo pasé bien los diez años que iba en una moto en la Vuelta a España o cuando estaba en los Juegos Olímpicos o comentando rugby.
¿Es fácil trabajar con los pilotos?
Son súper asequibles. Es cierto que somos una familia muy pequeña y al final nos vemos en todos los sitios durante diez meses: en aviones, restaurantes, hoteles, circuitos,... estamos todo el día con ellos y nos ven de una manera muy natural. Hay que seguir los protocolos, pero la relación es buenísima.
¿Cuál fue el primer gran premio que retransmitió?
Catar 2007. Allí pasé el peor momento de estos cinco años, en 125. Los que optaban al título desde el inicio eran dos compañeros de equipo, Faubel y Talmacsi. Iban con una moto igual, de los mismos colores; con los cascos muy parecidos... no tenía manera de distinguirlos en la pista. Tuve un ataque de miedo en medio de la retransmisión, miedo a equivocarme en mi debut. Ganó Faubel y acerté. A partir de ahí respiré tranquilo.
¿Cómo recordará la última carrera que retransmitió?
Con tristeza porque ese fin de semana lo que más nos llegaba era el homenaje a Marco Simoncelli, fue de poner la piel de gallina. El tiempo no acompañó nada, lloviendo, todo el día gris, con los Mundiales prácticamente decididos, Marc Márquez que no corría, ... era nuestra despedida, todo el mundo hablándonos de lo mismo. Cuando lo mire con perspectiva supongo que me acordaré de haber narrado ese último título de Nico Terol, pero ahora el recuerdo es triste.
¿Las muertes de Tomizawa y Simoncelli cambian la perspectiva de los periodistas o solo la de los pilotos?
Este es un deporte en el que el riesgo es algo inherente. El piloto sabe que sale a la pista y puede ser que no vuelva. Por suerte, en los últimos ocho años solo ha habido tres accidentes mortales. Aunque sabes que el riesgo forma parte de esto, nunca estás preparado ni anímica ni profesionalmente para comentar la muerte de nadie.
Telecinco emitió el 12 de noviembre un programa especial sobre las impresiones de los pilotos acerca de sus nuevas motos y lo tituló 'El año del cambio'. ¿Lo vio?
Sí. Ahora sí que voy a ser un espectador especializado. Descargar este disco duro que tengo en la cabeza es imposible, por lo tanto me interesa continuar llenándolo aunque solo sea por placer, así que veré las carreras y lo que haga Telecinco, por supuesto.
¿Se descubrió a sí mismo hablándole a la tele?
Siempre lo he hecho, pero es que es muy fácil comentar las cosas desde casa. Hacer televisión en directo y sin red es muy difícil así que nunca voy a criticar a un compañero, por mucho que sea la competencia y se haya llevado el deporte que a mí me apasiona.
¿Ese título que eligió Telecinco es puro marketing o es cierto que en el próximo Mundial hay más cambios que la cadena y las personas que lo van a retransmitir?
Lo pusieron con mucha intención porque después de 28 años en TVE tenía que quedar muy claro que se cambiaba. Aprovechan que el año que viene desaparece 125 y aparece Moto3 y la categoría de MotoGP también vuelve a 1000 y aparecen las CRT. Es un nombre muy correcto y bastante real.
¿Telecinco puede mejorar las retransmisiones y conseguir más audiencia?
Que el listón lo hemos dejado alto no lo decimos solo nosotros, sino que lo ha dicho J. J.. Santos, que es el jefe de Deportes de Telecinco. Probablemente podrán igualar nuestro nivel, pero mejorarlo va a ser muy difícil, entre otras cosas porque todo pasa por el éxito de nuestros deportistas. Un triplete como el del año pasado, récord de victorias, de podios y de poles, solo se puede igualar, no se puede mejorar. Creo que hemos llegado al techo de audiencia en las motos, 30% en MotoGP, tres millones y medio de personas... vamos a ver hasta dónde pueden llegar ellos.
¿El motociclismo es un deporte muy televisivo?
Como mejor se ve es en la tele. Mucha gente que viene a los circuitos los viernes y sábados, el domingo no se acerca porque en la tele se ve como en ningún lado. Y sobre todo es un deporte muy divertido, mucho más que la Fórmula 1. Hay adelantamientos, pasan cosas, es un deporte totalmente televisivo. Estos años se han incorporado las cámaras giroscópicas con las que nunca pierdes el horizonte de vista y ya no tienes que inclinarte en el sofá, las cámaras de alta velocidad con las que ves hasta pestañear al piloto debajo del casco,... ha habido muchas novedades y más que habrá.
El anterior presidente de la Corporación quiso deshacerse de las motos cuando ya había comenzado el Mundial. ¿Eso le hubiera dejado estupefacto?
Absolutamente. Es una decisión que yo no hubiera tomado nunca y que por suerte no se ejecutó. A Alberto Oliart le dijeron que tenía que recortar unos millones y pensó que si quitaba las motos se quitaba 25 millones de golpe. Eso estropeó un poco la relación con Dorna y yo creo que de ahí viene no haber renovado posteriormente.
Se decía que el motociclismo era el más caro de los deportes que mantenía TVE. ¿Es cierto?
No es verdad, el fútbol es más caro que las motos, tanto la Champions como la selección española. Al que diga que es caro solo le digo que divida los minutos que hemos dado en cinco años y saque el precio del minuto. Nosotros dábamos entrenamientos desde las 9 de la mañana del viernes sin parar hasta el domingo por la tarde, con tres programas alrededor -Paddock GP, Previo GP y Moto GP Club-, con una web volcada en esto, con los telediarios abriendo desde el jueves hasta el domingo... el minuto/euro de las motos es mucho más barato que otros deportes.
¿En su cabeza cabe que TVE se quede sin ningún deporte?
No, para nada. Forma parte de nuestro ADN. Además tenemos un canal como Teledeporte que emite las 24 horas. Pero del futuro sabremos algo próximamente.
¿Seguirá habiendo programas sobre motos en TVE?
Normalmente, las televisiones privadas cuando no tienen los derechos de un deporte, salvo el fútbol, no hablan de él. El año que viene nosotros sí hablaremos de motos en el Telediario. Programas es más difícil que haya porque si no tienes los derechos no hay imágenes.
En el Mundial hay un piloto vasco, el bilbaino Efrén Vázquez. ¿Qué futuro le augura en Moto3?
Este año esperaba más de él. Heredaba la moto de Marc Márquez, la estructura de su equipo, campeón del mundo, y yo creía que era uno de los hombres a tener en cuenta, que lucharía por el título. Pero no ha terminado de sacarle el rendimiento que esperaba a esa moto y en algún momento ha tenido mala suerte. El próximo año se vuelve a contar mucho con él. Por su manera de pilotar puede tener éxito en Moto3, es un salto a lo desconocido. El que se adapte mejor será el que gane y él ya tiene experiencia de 125 y 250 en el Mundial y conoce todos los circuitos de memoria.