Bilbao

L a mirada mágica fue una de las grandes apuestas televisivas de la dirección de EITB en 1999. Un cruce de ideas entre Iñaki Pangua, Alberto Santana y el equipo de Andoni Ortuzar sacó adelante un proyecto que conquistó desde el primer capítulos a los espectadores vascos. De este espacio nació un primer hijo en 2003, Madrid desde el aire. Después llegó el resto de descendientes que buscaron las imágenes de Castilla-La Mancha, Canarias, Valencia y Extremadura. Telemadrid ha vuelto a encargar al equipo de ETB otra tanda de capítulos para emitirlos de forma inmediata. Quiere recoger los cambios que ha sufrido la comunidad en los últimos años.

El programa fue emitido por las dos cadenas de la televisión vasca y en ambas registró índices de audiencia espectaculares. El accidente del 21 de mayo de 2001 truncó la vida de tres de las cuatro personas que viajaban ese día en el helicóptero, pero el viaje de este proyecto continuó hasta al final. Alberto Santana, alma mater del programa junto a Pangua, y Edu Llorente siguieron la ruta trazada para mostrar desde el aire una Euskal Herria mágica, seductora y desconocida.

Edu Llorente recogió el testigo de la realización y cuenta para DEIA cómo se gestó el programa, los hijos que ha tenido en otras televisiones, y que todavía sigue alumbrando, y cómo era la persona que hace diez años lo dirigía desde el aire, Iñaki Pangua, sin olvidarse de Rubén Cortijo -"no he conocido otro cámara como él"- y tampoco del piloto Roberto Arenas.

Llorente recuerda cómo Pangua le enseñó todos los secretos del oficio: "Era un excelente profesional que ponía mucha pasión a todo lo que hacía. Entre su buen hacer y la pasión que tenía por su trabajo el producto que conseguía era siempre el mejor", recuerdo. La mirada mágica se gestó bajo la idea de otro proyecto que tenía in mente Pangua y la adaptación a lo que quería la dirección de la cadena. "Alberto Santana tiene mucho que ver con todo el resultado final, junto con Iñaki fue el otro alma mater del programa".

Iñaki Pangua disfrutó muy poco tiempo del éxito que tuvo el programa en ETB. "Los buenos resultados del programa en ETB atrajeron a otras televisiones autonómicas. Nosotros acabamos lo que es la serie para ETB y luego la hicimos para Telemadrid. Les gustaba el formato, el acabado del programa".

llegan los 'hijos' La mirada mágica no es el primer programa que se ha hecho desde el aire, pero sí el que más repercusión ha tenido: "Hay que ser honestos, no fuimos el primer programa desde el aire. El primero fue A vista de pájaro en Televisión Española. En TV3 hicieron Catalunya desde el aire. Nuestro programa fue diferente en la realización. La gran aportación de Iñaki fue una visión diferente, era mucho más espectacular. A esto hay que sumar unos buenos guiones y estructuras de Alberto Santana y un extraordinario operador de cámara, Rubén Cortijo".

Edu Llorente comenta cómo la sintonía y entendimiento entre Pangua y Cortijo reportaba unos planos espléndidos al programa. "Era fundamental esa unión que había entre los dos. Jamás hemos conseguido un operador de cámara como él. Cuando retomamos La mirada mágica nos dimos cuenta de que era extraordinario", afirma categóricamente.

En 2003, cuando en Euskadi se estaba terminando la primera tanda de esta serie, Telemadrid les contrató para hacer lo mismo sobre esta comunidad. "Fue un éxito y, como la repercusión de lo que se hace en Madrid siempre es mayor, se hizo la serie en Castilla-La Mancha, en Canarias, Valencia, Extremadura". Alberto Santana y Edu Llorente completaron el trabajo que estaba previsto: "Las dos tandas de La mirada mágica se hicieron según los planes previstos. No se hace una grabación exhaustiva de todo el paisaje, se graba lo más interesante o aquellos lugares que tienen una historia". Para Llorente, este programa sigue teniendo vigencia, "los ves y te transmiten lo mismo. Lo único negativo es que ciertos lugares han cambiado bastante, sobre todo en las ciudades".

Responsabilidad Edu Llorente señala que todos los vuelos le mostraron aspectos sorprendentes de Euskal Herria. "La zona de la costa es preciosa y siempre te da mucho juego. Pero te llevas sorpresas volando sobre Araba, cerca de la zona de Treviño, hay lugares espectaculares que combinan el verde con unos monolitos de tierra enormes. No sabría decir un lugar concreto, pero en todos los vuelos hay rincones muy agradables que solo pueden descubrirse desde el aire".

No tuvo miedo de subirse a un helicóptero, pero sí le costó asumir el trabajo. "Era un trabajo tan bien hecho hasta ese momento, que me costó asumir la responsabilidad de hacerlo por lo menos igual de bien". Edu Llorente continúa embarcado en uno de los programas que también puso en marcha Iñaki Pangua, La noche de..., el espacio que presenta Félix Linares en ETB-2 y que tiene los índices de audiencia más espectaculares de la cadena después de dieciséis años de emisión.

"Llevaba trabajando con él desde el año 90. Comencé con una serie que se llamaba Grandes películas, se emitió en ETB-2 e hicimos más de treinta capítulos. Hicimos también El cruce. Llegó La mirada mágica y después La noche de... En todos estos programas fui guionista hasta la muerte de Iñaki. Desde que comencé a trabajar con él estuve en todos los proyectos que hizo". Para este profesional de la televisión la verdadera magia fue compartir trabajo con Pangua y su equipo.