La incertidumbre ante posibles apagones o cortes eléctricos prolongados ha llevado a muchas personas a replantearse cómo cubrir necesidades básicas sin depender de la electricidad. En ese contexto, una cuestión práctica y urgente para quienes conviven con animales es: ¿cómo alimentar a un perro si se quedan sin refrigeración ni acceso a su comida habitual? La veterinaria Carmen Barreiro, especializada en nutrición animal, ha abordado esta preocupación en una publicación de su cuenta de Instagram @pataconpata, donde comparte conocimientos sobre alimentación saludable para perros.
En su publicación, Barreiro ofrece una serie de recomendaciones e ideas para preparar comida casera y segura para perros en situaciones de emergencia, como un apagón, subrayando que estas recetas no deben convertirse en el menú habitual, sino que son soluciones puntuales para momentos concretos.
Comida de emergencia, no menú permanente
Lo primero que deja claro la experta es que las recetas propuestas deben utilizarse solo como recurso ocasional, ya que no son menús nutricionalmente completos para largo plazo. "Si los damos a la larga, nuestro perro podrá tener problemas", advierte. Además, recuerda que no todos los perros toleran los mismos ingredientes: los que padecen alergias alimentarias o tienen un sistema digestivo sensible deben ser tratados con especial precaución.
Por ello, recomienda utilizar estas soluciones solo si no se dispone de la comida habitual del animal por causas de fuerza mayor, como un apagón, falta de suministros o una situación de aislamiento temporal.
¿Qué ingredientes debes tener en la despensa?
Para poder improvisar recetas caseras en situaciones de emergencia, Barreiro sugiere tener siempre a mano una lista de productos no perecederos y versátiles. Los clasifica en tres grupos esenciales:
- Proteína animal (70–80% del plato):Esta debe ser la base de cualquier plato para perros. Puede incluir pollo, atún en lata, sardinas, merluza, huevos, mariscos o lácteos fermentados como el requesón o el queso fresco. La elección dependerá de la disponibilidad y de la tolerancia del animal.
- Vegetales y carbohidratos (10–20%): Se pueden emplear verduras cocidas, tubérculos como la patata, legumbres cocidas, o incluso cereales integrales como arroz o quinoa. Barreiro señala que estos ingredientes deben ser complementarios, no el núcleo de la dieta.
- Grasas saludables (2–5%): Aceites como el aceite de oliva virgen extra (AOVE) o el aceite de coco son buenas opciones, sobre todo si se emplean carnes magras. Si la fuente de proteína ya tiene suficiente grasa, no es necesario añadir más.
Cinco recetas rápidas y seguras para emergencias
A continuación, Barreiro propone varias combinaciones sencillas que pueden prepararse con productos en conserva o que no necesitan refrigeración inmediata. Son recetas útiles en caso de cortes eléctricos, estancias en refugios temporales o cuando no se tiene acceso al pienso habitual:
- Pollo cocido + judías verdes cocidas + AOVE: Una receta simple con ingredientes básicos y bien tolerados por la mayoría de perros.
- Quinoa cocida + espárragos de bote + sardinas en lata (en agua o aceite escurrido): Una combinación rica en proteína, fibra y ácidos grasos saludables.
- Patata cocida + alcachofas en lata + merluza en conserva + aceite de coco: Ideal para perros acostumbrados a una dieta variada y con buena digestión.
- Arroz integral + huevo cocido + requesón + mezcla de verduras (lechuga, zanahoria rallada): Una opción completa y suave, perfecta para perros de estómago delicado.
- Atún al natural + queso fresco + verduras cocidas o en conserva (como calabacín, zanahoria o guisantes): Fácil de preparar y con alto valor proteico.
Precauciones antes de improvisar
Antes de aplicar cualquiera de estas recetas, la veterinaria insiste en tener en cuenta dos aspectos importantes:
- Evitar ingredientes tóxicos para los perros como cebolla, ajo, aguacate, chocolate o uvas, aunque estén en casa.
- Observar al animal tras la ingesta, sobre todo si no ha probado esos alimentos antes. En caso de vómitos, diarrea o signos de intolerancia, debe suspenderse inmediatamente su uso.
El auge de la alimentación natural en perros
La creciente preocupación por la salud y el bienestar de los animales ha impulsado en los últimos años el interés por la alimentación natural en perros. Cada vez más dueños optan por dietas caseras, ingredientes frescos y opciones alejadas de los piensos ultraprocesados. Este cambio no solo responde a una búsqueda de mayor calidad nutricional, sino también a una tendencia más amplia: tratar a los animales de compañía como miembros plenos de la familia.
Veterinarios especializados como Carmen Barreiro están contribuyendo a divulgar este enfoque con rigor, explicando que una dieta natural puede ser saludable si está bien formulada y adaptada a las necesidades del animal. Sin embargo, insisten en que no todo lo casero es automáticamente sano. Preparar menús equilibrados requiere conocimientos sobre proporciones, digestibilidad, requerimientos vitamínicos y minerales, y, en muchos casos, una supervisión profesional.
Situaciones como un apagón pueden ser una puerta de entrada para que más personas se acerquen a este tipo de alimentación. Aunque las recetas de emergencia propuestas no sustituyen a una dieta diseñada específicamente para cada perro, sí reflejan una mentalidad en expansión: priorizar lo natural, lo simple y lo nutritivo también en la dieta canina, especialmente en contextos donde la comida comercial no está disponible.