Cuando el viajerorecorre el valle delrío Ega desde laregión alavesa deKanpetzu haciaEstella-Lizarra tienea la vista el perfilde la sierra deLokiz, pero difícilmente imagina el vallehermoso que se abre a sus pies. Se podráacceder al valle desde Zúñiga o desde Viloria,pero lo mejor es entrar por una de laslocalidades y salir por la otra para tenerasí la verdadera dimensión del valle y susseis pueblos. Una vez pasados los portillosque llevan a su interior, el valle de Lana sepercibe como una cubeta, una depresiónsemicircular encajonada entre los roquedosaltivos de la sierra de Lokiz. Todas lasaguas que la lluvia deposita en esta cuencavan a reunirse en el arroyo de Galbarra,que ha debido excavar un profundo barrancoen su camino al encuentro con el Ega.

Sobre las tierras de labor del valle el perfilrocoso se alarga enlas cimas de Otzamendio Monte Santo, Arnaba, Gastiain e Irasabela.A sus pies, el paisaje cerealista estájalonado por los lugares de Zúñiga, Gastiain,Narcue, Ulibarri, Galbarra y Viloria,todos agrupados bajo el ayuntamiento deGalbarra.

En las montañas el encinar es dueño delbosque, el llamado carrascal estellés que hasido utilizado desde tiempo inmemorial porlos habitantes de esta región para fabricarcarbón vegetal. No quedan ya en Nafarroamás carboneros en activo que los de Viloria,inmortalizados en la película Tasio. Duranteel invierno realizan el acopio de leña enlos montes y en la estación seca construiránen las eras las pilas de troncos de encina querecubiertas de tierra se conocen por txondorras,y les darán fuego para cocer la maderadurante una quincena de días; cuidandodía y noche que no arda la leña, que simplementese cueza, con ese humo que da unolor característico a todo el valle.

Pero Lana no se acaba en el carbón. Lassierra es su mejor valor.Ya ellase puede llegar caminando desde Viloria odesde Ulibarri, incluso enlazando ambospueblos por una pista que recorre la sierrapor el borde superior, asomándose a los cortadosen espléndidos balcones. Si se arrancadesde Viloria se deberá tomar frente a laiglesiauna pista que zigzaguea sobre el puebloy termina subiendo a media ladera hastalos encinares de Lokiz. Avanzando por elbosque y sin alejarse notablemente del cortadose alcanza el pico de Irasabela.Un pocomásadelante, un portillo conduce a un senderoque faldea descendiendo hasta el repetidorque se eleva en una colina sobre Narcue.

Desde él una pista lleva a Narcue o aUlibarri, desde donde se puede cerrar el circuitohastaViloria.Enun sentido o en otro,el camino de Lokiz es un balcón continuo,entre encinares de carboneros, sobre el vallecerrado y peculiar de Lana, toda una experienciade naturaleza.

GUÍA PRÁCTICA

? Cómo llegar: El valle de Lana sesitúa entre las tierras alavesas deKanpetzu y las navarras de Lizarraonda/Tierra Estella. Su acceso serealiza desde las localidades de Zúñigao de Acedo, situadas al costadode la NA-132A que une Estella-Lizarra con Vitoria-Gasteiz.

? Qué visitar: Galbarra tiene en suiglesia de Santiago Apóstol elementosque recuerdan su origen medieval:la portada y la torre, decaracterísticas románicas,aunque la remodelación delconjunto se hizo en el sigloXVI. El retablo central y losdos laterales pertenecen alsiglo XVII.

Viloria es término de origenromano, con toponimia que serepite en Araba y muchoslugares de Castilla. La iglesiade San Andrés es góticorenacentistacon un interesanteretablo manierista deLarrea, un discípulo de Anchieta.

Tres ermitas tiene Viloria: lade Santa Quiteria en la sierra,la de la virgen de los Doloresentre sus calles y en el entornoSan Antonio y San Blas.Ulibarri, llamado en la Edad Media IriberriMayor, tiene en el retablo de suiglesia de Santa María una hermosaimagen sedente de Santa María, todoello envuelto en un edificio tardogóticodel siglo XVI, levantado sobreotro románico del que se conserva enla portada un crismón.

Narcue tuvo también iglesia románicapero poco queda de ella, tan sólola pila bautismal y la portada; todo lodemás es en la actual iglesia romanistao barroco. Son allí interesanteslos edificios blasonados pertenecientesa la época entre los siglos XVIy XVIII. De Gastiain lo más importanteson las lápidas romanas que sereutilizaron en la construcción de laermita de San Sebastián, un total desiete y dos fragmentos que confirmanla romanización de esta comarca.