Tras el accidente con una cosechadora, Óscar fue sometido a una intervención para dotarle de unos implantes biónicos hechos a medida en sus patas traseras.
Este alarde de bioingeniería es capaz de imitar el proceso por el cual el hueso de las astas de los ciervos crecen a través de la piel.
Lo más singular de esta operación es que supone un avance que puede ser trasladado al campo de los humanos.
Las prótesis en cuestión, bautizadas como transcutáneas e intraóseas, han sido desarrolladas por la 'University College of London' y más concretamente en el Centro de Ingeniería Biomédica.
El éxito de la operación puede transformar de forma radical el futuro de la ortopedia.