BILBAO. Onintze Salazar se explica con la precisión de una científica que conoce la importancia de los matices. Le encanta su trabajo y ni siquiera se queja de no librar los fines de semana. Es un caso claro de vocación, aunque la televisión no formara parte de ella.
De pequeña quería ser astrofísica. Sería usted el asombro de la clase y de la familia...
En casa se lo tomaron con normalidad, no les extrañó nada; es más, me regalaron un libro de Astronomía que todavía hoy conservo; estrellas, planetas, galaxias… me fascinaba ese mundo. Y en clase había quien incluso quería ser astronauta, así que lo mío pasó desapercibido.
¿A qué edad se cruzaron en su vida la meteorología y Euskalmet?
Desde que decidí especializarme en Física del Aire he estado unida a la meteorología. Empecé a trabajar como meteoróloga fuera de Euskadi y unos años después, hace ya ocho, me incorporé al equipo de Euskalmet. Creo que es un privilegio trabajar en lo que te gusta y además poderlo hacer cerca de casa.
¿Cuándo se le presentó la oportunidad de ser "chica del tiempo"?
Mientras estudiaba tercero de Físicas en Leioa, un profesor nos dijo que ETB buscaba una persona para dar el tiempo y allí nos presentamos unos cuantos estudiantes. Fue divertido. Hice el casting y aunque no entré en esa ocasión, parece que sirvió de algo. Después se me olvidó por completo el tema y seguí con mi carrera. Está claro que la vida da muchas vueltas…
¿En qué pantalla enseñó sus primeros anticiclones?
La primera vez fue precisamente en ETB, pero entonces sólo hice una sustitución de un mes en verano. Por cierto, ese mes llovió mucho y en mi familia me gané el mote de "chica del mal tiempo". Por suerte, después de tantos eguraldis eso pasó a la historia.
Hace justo dos años que se hizo cargo de la información meteorológica de los fines de semana. ¿Pesa mucho la responsabilidad?
Intento no pensar cuánta gente estará pendiente de lo que digo para decidirse por un plan u otro. Mayor responsabilidad me parece hacer un buen pronóstico ante situaciones de fenómenos adversos, como la ciclogénesis explosiva del año pasado o las últimas nevadas. En esos casos hay que informar de forma rigurosa pero clara, con la debida antelación y sin crear alarma.
¿Qué tal compatibiliza Euskalmet y ETB? ¿Cuándo descansa?
Presentar el tiempo en Euskal Telebista es una parte del trabajo que realizo en Euskalmet. Todo es fruto de la labor de equipo que incluye, además de los habituales pronósticos, labores de vigilancia meteorológica o el estudio de eventos de tiempo adverso, entre otros. En los últimos años me he dedicado especialmente a la comunicación, ya sea en radios o en televisión, pero siempre desde Euskalmet. En cuanto al descanso, no trabajo más horas que mis compañer@s, pero no poder disfrutar los fines de semana es un poco duro.
Los domingos "se tira a la piscina" y habla de toda la semana siguiente. ¿Cómo son de exactas las previsiones a siete días vista?
A partir del tercer día la fiabilidad de los pronósticos disminuye notablemente; en algunas situaciones es más fácil aproximarse al tiempo que tendremos pero en otras las previsiones cambian mucho día a día. De todas formas, como es una información cada vez más demandada, los domingos damos una pincelada de lo que puede traer la semana. Lo importante es que la gente entienda que es la tendencia más probable pero que habrá que seguir la información todos los días.
Sus amigos estarán encantados. Después de un médico, ¿lo mejor es tener una meteoróloga cerca?
No es comparable a tener un médico en casa pero creo que es una gran ventaja. Cuando damos los pronósticos en los medios tenemos que hacerlo de una forma general, pero cuando un amigo te pregunta el tiempo para un lugar concreto, se puede afinar más. Lo malo es que a veces quieren que tome yo las decisiones por ellos y eso ya…
¿Se aburre de que todo el mundo le hable de lo mismo o le gusta porque siempre tiene tema?
Hay momentos en que no te apetece hablar de tu trabajo pero en general lo llevo bien. Eso sí, te dicen de todo: preguntas serias y no tan serias, críticas, bromas, etc. Como me imagino que yo actuaría igual, no tengo ningún problema.
Perdone que me aproveche: ¿sabe cómo será este invierno?
Las previsiones a largo plazo no son lo suficientemente fiables. Aun así, los principales centros meteorológicos a nivel mundial las realizan pero dejando bien claro que no son muy fiables. En base a esas fuentes, este invierno podría ser algo más frío de lo habitual pero con cantidades de precipitación cercanas a la media.
¿Perdemos mucho tiempo con el tiempo, que aquí es bastante previsible?
Que llueva mucho no significa que sea muy previsible. De hecho, en muchas ocasiones es bastante complicado hacer un buen pronóstico, debido principalmente a la complicada orografía. Por poner un ejemplo, un error de sólo un grado en la temperatura pronosticada nos lleva a una diferencia de unos 200 metros en la cota de nieve; es decir, afirmar si nevará o no en la costa es mucho más difícil de lo que parece.
Usted no sólo quiere dar información, aspira a ser didáctica y pedagógica...
Hay aspectos de la meteorología que, además de ser curiosos e interesantes, no son difíciles de entender. Siempre que entre los amigos o en familia he explicado algún fenómeno me lo han agradecido mucho y pienso que a muchos de los telespectadores les puede pasar lo mismo. El problema es la falta de tiempo para poder explicar estas cosas en el espacio de Eguraldia.
¿Le hubiera gustado dar clase?
Fue la primera oportunidad de trabajo que tuve una vez terminada la carrera pero algo dentro de mí me empujó a rechazarlo y decidí seguir estudiando. Aunque parezca extraño, me resulta mucho más fácil hablarle a la cámara que a un grupo de alumnos. La verdad, no sé si sería una buena profesora.
¿Alguna vez no coincide su intuición con lo que dice el satélite?
Más que la intuición, lo que cuenta es la experiencia. Cuantos más años llevas en esta profesión, más situaciones meteorológicas diferentes has pronosticado, vivido y estudiado y por lo tanto, tus pronósticos podrán ser más acertados. Los modelos numéricos que se utilizan para las previsiones no son perfectos y requieren de un profesional que los interprete adecuadamente.
¿Qué piensa cuando alguien dice que va a llover porque le duele la rodilla?
Hay estudios que demuestran que los enfermos con artrosis sienten más dolor en las articulaciones cuando hay un descenso de la presión atmosférica; lo mismo les ocurre a los que padecen artritis, pero en este caso cuando baja la temperatura. Aunque no sirve como método de predicción, hay una explicación lógica.
Una duda razonable: ¿de verdad está cambiando el clima?
El clima no deja nunca de cambiar. El problema radica en el grado en el que las actividades del ser humano influyen en dicho cambio. Parece demostrado que en gran parte somos responsables del calentamiento global que estamos sufriendo y que, por lo tanto, algo tendremos que hacer. No se puede ocultar el problema a la sociedad pero a veces un excesivo alarmismo genera el efecto contrario.