Desde su puesta en marcha hace más de veinte años años, el Instituto Biofisika (UPV/EHU y CSIC) se ha convertido en uno de los centros de investigación de referencia de Europa gracias a su esfuerzo por establecer una sinergia entre la biofísica y la biomedicina. Esta entidad trabaja con la Fundación Biofísica Bizkaia (IBF-FBB), que ha obtenido la acreditación BERC (Basque Excellence Research Centre) que otorga el Gobierno vasco para distinguir a aquellos centros que están llamados a ser referentes internacionales en su ámbito de investigación.

Una de las premisas para comprender cómo un virus como el SARS-Cov-2, -que en los dos últimos años ha provocado una de las mayores pandemias que se recuerdan-, infecta las células pulmonares es el uso de la biofísica. Además, este área es imprescindible para el desarrollo de vacunas que protejan a la población ante enfermedades. Por ello, el estudio de la biología usando métodos de la física es un pilar fundamental para comprender los procesos fisiológicos que son la base del funcionamiento del organismo humano y de las enfermedades.

La labor de los investigadores e investigadoras del IBF-FBB se dirige a unir la biofísica y la biomedicina con el objetivo de que el conocimiento adquirido sobre mecanismos fisiológicos se pueda aplicar en nuevos fármacos y terapias para la prevención y el tratamiento de enfermedades como el cáncer, los trastornos neurodegenerativos y las enfermedades infecciosas como el SIDA/VIH y el covid-19.

Equipo internacional

En el IBF-FBB son más de 100 personas de diferentes países, entre estudiantes de doctorado, investigadores e investigadoras postdoctorales y seniors, los que forman un equipo que está en continuo crecimiento. Se implican en atraer talento a la entidad y en mejorar los equipamientos para hacer más atractivos los medios a futuros investigadores que quieran desarrollan su carrera profesional en el ámbito de la biofísica.

Una de las últimas adquisiciones ha sido la del primer crio-microscopio electrónico Titan Krios de alta resolución para biología estructural de España, gracias al Departamento de Educación del Gobierno vasco. Este nuevo aparato permite la visualización y determinación de las estructuras de proteínas, células y tejidos para comprender su funcionamiento y para el desarrollo de terapias.

El hecho de contar con prominentes investigadores es vital para que se cumpla el objetivo del IBF-FBB que es el de servir a una sociedad que exige continuamente soluciones innovadoras y sostenibles basadas en el conocimiento para abordar diversos desafíos, incluidas las crisis de salud. Y este fin está ligado a la misión con la que nació el Instituto Biofisika que no es otra que promover un programa multidisciplinario en investigación de frontera y excelencia traslacional tanto a nivel molecular como celular en el campo de la biofísica y su posible aplicación en la biotecnología y la salud.

El nacimiento de esta entidad estuvo ligado a la investigación básica de alto nivel en el campo de la biofísica de membranas pero aunque este área no se ha dejado de lado, han ampliado su mirada. Ahora, la investigación se dirige a los campos de la biofísica celular y de sistemas con el reto de encontrar tratamiento a enfermedades que causan miles de muertes al año.