Embellecer, corregir o mejorar determinados rasgos de la anatomía de las personas es uno de los retos constantes de la estética. Con esta finalidad surgen técnicas revolucionarias en este campo, como es el caso de la micropigmentación que aplican en Teringel. “El tratamiento consiste en la implantación de pigmentos a nivel epidérmico para dotar de color y forma a la parte donde se realice y con unos resultados sorprendentes”, según explica Cristina Marín, directora de este centro de belleza ubicado en Barakaldo.

A la vista del efecto conseguido, sin ningún riesgo, tanto mujeres como hombres optan por someterse a este tratamiento. En el caso de ellas, las zonas más habituales en las que se realiza esta especialidad del campo de la estética son los ojos, labios y cejas. Ellos, sobre todo en las cejas.

También se recurre a esta técnica para disimular cicatrices. Precisamente, esta es una de sus aplicaciones más interesantes con objeto de borrar las huellas provocadas en la piel por un accidente o intervención quirúrgica, por ejemplo. De esta forma queda patente la contribución estética de la micropigmentación para difuminar señales traumáticas que afean la imagen.

Solución duradera

La duración de la micropigmentación varía dependiendo del sistema inmunológico de la persona. Por término medio suele superar los dos años llegando incluso hasta los diez en ocasiones.

Una ventaja en este sentido es que “al utilizar pigmentos con base en minerales, que son hipoalergénicos, con el paso de los años, el color elegido se aclara pero no varía a otros tonos, como a morado, rojo, verde… lo que ocurre cuando las bases son de otras sustancias”, recalca Cristina Marín.

Además, en Teringel Belleza utilizan todo el material paramédico, lo cual les permite dar respuesta eficaz a personas que toman diferentes tipos de medicación -véanse Adiro o Sintrom-, a diabéticos y a quienes estén siguiendo o acaben de recibir tratamiento con quimioterapia.

Al disponer de lo último en aparatología, llevan a cabo el trabajo “sin dolor y en muy poco tiempo”.

Efecto inmediato

La micropigmentación de los ojos está indicada para corregir diferentes tipos de asimetrías: ojos grandes, pequeños, rasgados, caídos… “Asimismo, hay muchas personas que se lo hacen por comodidad, -especifica la directora de este centro de estética- ya que con ello se evitan tener que estar continuamente pintándose el eye-liner”.

En las cejas, esta técnica está recomendada cuando se tiene poco o nada de pelo, si existen calvas o bien la propia forma de las mismas no favorece al rostro. Para un resultado perfecto, en Teringel dibujan a mano alzada, sin utilizar plantillas ni calcos. De esta forma se personaliza al máximo la aplicación.

En los labios se corrigen generalmente los que resultan muy finos, los de diferente grosor o los que tienen una forma descendente.

En definitiva, con esta técnica alternativa al tatuaje, pero más natural, se logra mejorar la estética y cubrir imperfecciones sin pasar por el quirófano y con efecto inmediato.

¿Microblading o micropigmentación?

El microblading solo se puede hacer en las cejas. Tiene su origen en el tebori, el tradicional tatuaje japonés, y se realiza con una herramienta parecida a un bisturí biselado. Dura de uno a dos años y está pensado cuando no existe nada de vello en la zona y para personas que no tengan ningún problema de cicatrización, porque si lo tuvieran, “puede ocasionar queloides, unas lesiones en la piel que se producen durante la cicatrización de una herida por el crecimiento exagerado del tejido cicatrizal”, advierte Cristina Marín.

Por su parte, la micropigmentación es una técnica que permite equilibrar y modificar los rasgos faciales depositando pigmentos, en beneficio de la estética, con lo cual ayuda a muchas mujeres y a algunos hombres a sentirse mejor consigo mismos.